Una vez más el mal estado de la carretera que les comunica con Sanare dejó incomunicados durante unas cuantas horas a los trabajadores del campo de una amplia zona del municipio Andrés Eloy Blanco.
Como ya ha ocurrido anteriormente, la emergencia se registró en el sitio conocido como Barro Negro, donde durante los primeros días del pasado mes de junio hubo una situación similar.
Valentín Giménez, uno de los campesinos afectados, dijo que la tarde del domingo pasó por el lugar con normalidad, rumbo a Sanare, pero en la noche, cuando regresaba al caserío La Cruz, donde reside, se encontró con una realidad: la carretera había desaparecido.
Dijo que como él quedaron incomunicadas las familias de caseríos Bellorín, Los Palmares, Sabana Redonda, Naranjal, Sabana de Guache, Guapa arriba y abajo y El Lechalito, entre otros.
Se calcula en dos mil el número de familias que residen en la zona, en su mayoría dedicadas a la caficultura.
Llama la atención el que miles de toneladas de tierra negra se desplomaron y se llevaron parte de la vía a pesar de que durante las últimas horas no ha llovido sobre la zona, al parecer a causa de un nacimiento en la parte alta.
Hasta la mañana se pudo observar una larga cola de vehículos, en su mayoría rústicos, así como camiones 350 cargados de productos del campo como tomates o pimentones, con destino a mercados mayoristas de Barquisimeto o de otras ciudades.
Giménez planteó como solución al frecuente problema del paso en Barro Negro a la construcción de un puente o a la colocación de alcantarillas más grandes para que el agua y el barro procedente de la montaña puedan deslizarse sin obstáculos.
Esteban Colmenares, otro campesino, quien vive en Cerro Pando, también exigió una solución definitiva al problema, aunque agradeció que ayer mismo, con una máquina de la empresa oficialista Pedro Camejo, comenzaron a trabajar en el despeje de la vía permitiendo el paso a vehículos rústicos o de doble tracción, no a los sencillos o de paseo.
Esa maquinaria es del gobierno pero los agricultores, a través de los consejos comunales, aportan recursos económicos para sus operadores.
El trabajo no era nada fácil pues mientras con el equipo se procedía a retirar las toneladas de barro negro, de lo alto de la montaña continuaba bajando por lo que se caculaba seguir retirándolo durante la mayor parte del día lunes.
El peligro radicaba en que junto a la tierra también bajaban restos de árboles y una de las ramas impactó el vidrio protector de la máquina.
Cerca del mediodía comenzaron a pasar algunos vehículos, aunque con dificultades.
El prefecto de Andrés Eloy Blanco, Isidro Piña, conjuntamente con miembros de los consejos comunales de la parroquia Yacambú, han estado pendientes de los constantes movimientos de tierra en Barro Negro.
Fotos: Jairo Nieto