La nadadora de resistencia Diana Nyad llegó al lunes sobre la marca de las 28 horas a nado, tomando provecho de las “condiciones ideales” con aguas serenas y poco viento sobre la distancia que separa el Estrecho de la Florida de Cuba a pesar de haber tenido algunos encuentros con medusas.
La mujer cumplirá 63 años el miércoles y espera llegar para festejarlo en Florida el martes.
Un video colocado en su sitio web mostraba como bromeaba durante un período de descanso con la tripulación, cantando una estrofa de la canción de los Beatles’ “No Reply” y preguntando sobre su hijo mientras comía de un largo tubo un alimento nutritivo.
“Estoy nadando a una velocidad constante por ahora. Siento como si estuviera presionando. Tengo la energía pero la estoy guardando”, dijo Nyad.
“Estás justo en la marca”, respondió alguien desde la lancha.
Nyad avanzaba a unas 50 brazadas por minuto y sus colaboradores actualizaban su blog personal y su cuenta de Twitter en términos optimistas.
“Todavía va fuerte”, dijo uno de sus comentarios en Twitter el domingo por la noche cuando ya había nadado por 30 horas. “La natación sigue”, comentó en otro.
Según indicó, los momentos difíciles fueron los de la noche del sábado, cuando medusas la atacaron ocasionándole cuatro picadas y la obligaron a nadar de espalda.
La estadounidense de 62 años espera ser la primera persona –sin la protección de jaulas contra tiburones– en unir La Habana con los Cayos de La Florida, un recorrido de 166 kilómetros y que por tercera vez intenta realizar.
Un mensaje de su cuenta de Twitter de la mañana indicó que había logrado “sobrevivir” en la noche cuando las medusas, que aprovechan la oscuridad para salir a la superficie, hacían complicado el avance. Por el día la mujer pudo retomar el estilo libre para continuar.
Nyad se lanzó al agua el sábado por la tarde desde un centro de náutica de la capital, luego de adelantar por mal tiempo su partida que inicialmente estaba prevista para este domingo en la mañana.
Esta es la tercera ocasión en la cual pretende hacer el recorrido sin jaula de protección contra tiburones u otros animales marinos. En el verano de 2010, un clima desfavorable le impidió partir, mientras el año pasado un debilitante ataque de asma sumado a dolorosos piquetes de medusa la obligaron a salir del agua sin cumplir su meta.
En 1978 había realizado un intento también fallido pero con jaula.
Para esta ocasión Nyad está usando un traje de baño que la cubre de la cabeza a los pies hecho a la medida para protegerla de medusas. La cobertura deja libre los ojos, la nariz y la boca.
Es un traje que crea obstrucción al avance en el agua, así que la nadadora espera ponérselo sólo de noche cuando es más probable que las medusas estén en la superficie.
En 1997 la australiana Susie Maroney tuvo éxito con la travesía pero utilizó para ello una jaula y el pasado junio Penny Palfrey debió abandonar el intento a mitad de camino.
Para espantar a los escualos el equipo que acompaña a Nyad cuenta con un aparato que emite ondas magnéticas que los aleja, también buzos de su equipo –uno de los cuales fue picado por una medusa– ayuda a alejarlos.
Este domingo en su página oficial se informó que el observador de nado de resistencia y periodista Steve Munatones había podido hablar con Nyad, quien permaneció nadando de espaldas por tres horas para evitar el contacto con medusas.
Sin embargo, según los cálculos su velocidad de traslación es óptima.
“Ella está dentro de todas las estimaciones de John (Bartlett, el navegador) para terminar el plazo de 60 horas”, agregó su página según las expresiones del observador.
En su intento del verano pasado Nyad duró 41 horas en el agua antes de cancelar el recorrido.
Nyad ha estado entrenado durante tres años y de acuerdo con sus asistentes se encuentra en muy buena forma.
A lo largo del recorrido toma pequeños descansos para hidratarse y comer alimentos calóricos como mantequilla de maní. Mientras para ayudarse mentalmente canta.