Cuando el alto gobierno tomó la decisión de eliminar el tratamiento prioritario que le daba a los medicamentos, entregándoles las divisas, luego de cumplir con los trámites tradicionales, al parecer no dimensionaron el impacto que esta medida puede tener en la salud de los venezolanos, por cuanto prácticamente está oficializando la escasez de medicinas en el país.
En efecto, desde hace varios meses la Federación Farmacéutica de Venezuela, a través de sus más calificados voceros, ha venido alertando sobre los problemas de escasez de numerosos principios activos que importan los laboratorios para la elaboración de los medicamentos en el país, principalmente por la demora en la entrega oportuna y suficiente de divisas por parte de Cadivi, sin que al parecer se le prestara mayor atención a estos reclamos, debidamente sustentados con los soportes correspondientes.
También ha señalado la organización, que la deuda del sector con los proveedores internacionales, como consecuencia de las demoras en el suministro de divisas, se ha elevado de US$ 1.000 millones a US$ 1.500, la situación que se califica como “alarmante”, porque el efecto inmediato puede ser que los proveedores se nieguen a enviar materia prima al país, debido a que no se les están cancelando oportunamente los pedidos, por lo que han exhortado a las autoridades para que busquen una solución urgente a esta situación, la cual tampoco ha llegado.
Las respuestas que encuentran los consumidores, especialmente aquellos que padecen enfermedades crónicas, como hipertensión, hipertiroidismo, sida, diabetes, cáncer, epilepsia; así como otros rubros para patologías neurológicas, hepáticas, es que no existe regularidad en el suministro de los medicamentos, productos que están llegando pero en forma intermitente, creando un problema verdaderamente inquietante entre estos pacientes.
Aun cuando los medicamentos fueron declarados por el Ejecutivo, como productos de “primera necesidad”, las tramitaciones de las autorizaciones de divisas, se demoran entre 45 y 90 días o más, estimándose entre los laboratorios y farmacias, que ahora lejos de mejorar el suministro de los medicamentos, se profundizará la escasez, y la gravedad del desabastecimiento dependerá del grado de celeridad que se dé a la entrega de los nuevos requerimientos.
En estos momentos, son muchas las interrogantes que se hacen en el sector de los laboratorios y fabricantes de medicamentos, por ejemplo ¿cuáles fueron los criterios utilizados para sacar estos rubros de la lista N° 1 y colocarlos en el listado N° 2? ¿Cuál va a ser el criterio que va a privar para lo que van a hacer con estos medicamentos?, ¿Por qué no se abrió un proceso de consulta con los actores antes de tomar la decisión? ¿Cuáles son los intereses ocultos que puede haber tras esta decisión?
En el sector también les inquieta saber cuánto personal adicional van a incorporar a Cadivi, para atender esta nueva situación, que califican como una política de Estado, advirtiendo que si es con el mismo personal, toda esta tramitación va a ser más caótica.
El karma de los certificados
El pasado 7 de agosto, a través de una resolución conjunta contenida en la Gaceta Oficial N° 39.980, se acordó excluir de las Lista N° 1 alrededor del 70% de los medicamentos que venían recibiendo tratamiento prioritario para obtener las divisas, los cuales fueron pasados a la Lista N° 2, donde se establecen nuevos requisitos para poder continuar recibiendo los dólares preferenciales.
Con esta modificación, ahora se eleva a 5.881 partidas arancelarias que ahora integran la lista N° 2, lo que implica que además de los requisitos tradicionales, los laboratorios ahora para obtener las divisas, deberán presentar ante Cadivi, como requisitos indispensables, los certificados de No Producción Nacional o de Producción Insuficiente, documentos entregados por el ministerio de Industria, tras la presentación de toda la documentación que demuestre que tales rubros no se elaboran en el país o si se fabrican, la producción no es suficiente para atender la demanda del mercado.
Por supuesto, quienes tomaron la decisión no se dieron cuenta que el trámite y la emisión de estos certificados, ante la lentitud burocrática del despacho que los emite, implica un período adicional mínimo de 45 días, que constituye otra nueva demora para la obtención de las divisas en Cadivi.
Se recuerda que en el mes de noviembre de 2011, se produjo la suspensión de un grueso lote de códigos arancelarios del sector medicamentos, lo que generó severos problemas de desabastecimiento, alertando los sectores que con estas nuevas medida, podría repetirse la negativa experiencia de finales del año pasado.
La industria nacional del medicamento aclara que su actividad es suficientemente transparente, estas empresas afiliadas a CIFAR suman en promedio 80 años de tradición farmacéutica, entonces no entienden, cómo no conocer a las empresas que siempre han estado o produciendo medicamentos o trayendo medicamentos al país, para intercambiar ideas sobre esta materia y permitirles exponer sus consideraciones
Advierten asimismo que si existe algún problema con la disposición de las divisas, piden al Gobierno, una convocatoria para hablar seriamente sobre esta materia y buscar mecanismos que permitan hacer frente al problema, porque no se puede pensar siquiera, en dejar al país sin medicamentos.
El pasado viernes el Ejecutivo se comprometió a agilizar la entrega de los Certificados, sin embargo, la preocupación sectorial persiste.
Ilustración: Dalver Santeliz