“Si voy a pagar cana será por homicidio”, eran las palabras que uno de los dos delincuentes le decía a un taxista para amedrentarlo y asustarlo, para que atendiera sus peticiones, cuando era víctima de un secuestro exprés. El profesional del volante, quien en todo momento temió por su vida y pensaba en su hija, vio el portón del CORE 4, comando de la Guardia Nacional abierto y se arriesgó, se metió y los castrenses lograron la aprehensión de los dos supuestos secuestradores.
A las 7:15 de la noche de miércoles en la parada de la urbanización Las Américas, ubicada en la avenida Florencio Jiménez, dos jóvenes detuvieron a un taxista y le solicitaron una carrera hasta una pollera en Los Alamos y como era cerca decidió cobrarle 20 bolívares. El joven de contextura delgada se montó adelante y atrás lo hizo el muchacho de contextura gruesa.
Apenas arrancaron, el muchacho que iba en el asiento trasero, sacó un arma de fuego y con la cacha le dio en la cabeza. Con los puños lo golpeaban en el costado. Los jóvenes le pedían 5 mil bolívares para su liberación, pero el profesional del volante les decía que no tenía. Lo despojaron de 160 bolívares que cargaba y lo amenazaban con quitarle la vida. Fueron 10 minutos que el taxista estuvo secuestrado, pero para él fue una eternidad.
El general Octavio Chacón, jefe del CORE 4, contó que el taxista se arriesgó y se metió al CORE, los seis guardias y el oficial que estaban en la puerta los apuntaron y él dijo que estaba secuestrado. Tras revisarlos le incautaron el arma que resultó ser un facsímil y el dinero sustraído al taxista, ambos jóvenes fueron detenidos y se trata de dos adolescentes de 16 años.
Foto: Simón Alberto Orellana