La primera mitad de la campaña para los comicios del 7 de octubre en Venezuela despejó algunas dudas sobre la salud del presidente Hugo Chávez, quien en su intento por otra reelección se ha visto obligado a responder las repetidas críticas del candidato opositor Henrique Capriles Radonski sobre su gestión de gobierno de casi 14 años.
En los primeros 48 días, que se cumplen hoy, de un total de 96 de actividad proselitista, los candidatos han mostrado muchas de sus armas para ganar votos, pero los analistas estiman que la recta final será más agitada y caliente, ya que está juego la hegemonía del gobierno bolivariano.
La campaña empezó en julio con los sondeos dando amplia ventaja a Chávez, mientras Capriles parece haber recortado brecha, aunque sus posibilidades están por consolidarse.
Los candidatos han mostrado muchas de sus armas para ganar votos
En 48 días Chávez y Capriles se han dicho de todo, cada uno con su estilo, a medida que se han despejado las dudas sobre si el mandatario sería capaz de asumir la campaña tras un año ocupado en el tratamiento del cáncer que padece.
Precisamente las referencias sobre la enfermedad desaparecieron del discurso de Chávez, dándole paso a encendidos ataques a Capriles, a quien ha calificado desde “burgués” y “derechista”, hasta “majunche (mediocre)”, la “nada”, “candidato del imperio” estadounidense e incluso, ha sugerido que tiene ascendientes “nazis”.
Poco a poco, el mandatario fue retomando sus movilizaciones por el país, aunque con recorridos montado en un camión, y volvió a su rutina electoral con prolongadas y fogosas arengas ante las masas.
Chávez ha gastado horas y horas explicando la “novedad” de sus propuestas de socialismo, mientras intenta vincular a Capriles con lo “viejo” del capitalismo.
A su vez, Capriles puso el acento en el contacto cara a cara con los electores en visitas casi diarias a pueblos fuera de Caracas. El propio candidato ha dicho que en esos encuentros con la gente sale con rasguños, morados y las camisas rotas por las desbordadas manifestaciones de entusiasmo de sus seguidores.
Además, ha lanzado críticas a la gestión del gobierno de Chávez en materia de seguridad, salud, soberanía alimentaria, importaciones y uso político de las misiones para atender a los sectores más vulnerables.
“La propuesta del gobierno es cháchara (hablar y hablar sin concretar) en la mañana, en la tarde y en la noche. Ahora la cháchara la acompañan con insultos y descalificaciones, pero se les acabó el tiempo”, dijo Capriles en una visita el estado llanero de Portuguesa.
Chávez se ha visto obligado a desmentir los señalamientos de su rival de que Venezuela importa el 80 por ciento de lo que consume, que después de 14 años de gobierno bolivariano hay cuatro millones de personas que se acuestan sin comer y que no se ocupa de la seguridad de las personas.
Su recurso repetido en los últimos días ha sido alertar a los venezolanos de que en caso que Capriles gane las elecciones, el país podría entrar en una etapa de “desestabilización y crisis”, pues los “burgueses” desmontarían las misiones sociales y los subsidios del gobierno a los pobres.
Capriles acusó al gobierno de poner en marcha una estrategia para infundir miedo en la población a su propuesta de cambio.
“Ahora tiene la misión miedo, la misión amenaza. Andan diciendo que si el progreso gana las elecciones, se va a eliminar todo, que les van a quitar las misiones. Cuando el 7 de octubre gane el progresos, el país va a tener un gobierno comprometido en acabar la violencia”, señaló el candidato.
Ante las acusaciones de Capriles, el gobierno admitió que en el país hay al menos dos millones de personas que viven en pobreza extrema y que Venezuela registra al menos 50 homicidios por cada 100.000 habitantes, entre las sociedades más violentas de la región.
El analista político y ex ministro de Información Fernando Egaña dijo a dpa que los venezolanos están viendo una campaña que rememora la lucha entre David y Goliat, por la batalla ‘”desigual” entre Chávez y Capriles, debido a que la parcialidad oficialista “cuenta con todos los recursos del Estado a su disposición, tanto presupuestarios como políticos y normativos”.
“Esto sería inconcebible en una democracia reconocida de América Latina o Europa. No obstante, la campaña de Capriles se ha desarrollado con mucho dinamismo y ha logrado no sólo amalgamar al electorado opositor, sino también se ha proyectado hacia sectores menos comprometidos o no alineados”, indicó.
La segunda parte de la campaña Chávez se concentrará en recorrer el país
Chávez adelantó a sus partidarios que para la segunda parte de la campaña “habrá que afincar el pie”, con miras a su plan de ganar la elección con 10 millones de votos de los 18 millones de electores registrados.
El analista en opinión pública Luis Vicente León, director de la encuestadora Datanálisis, señaló que en la segunda parte de la campaña Chávez se concentrará en recorrer el país, aunque en una especie de “realidad virtual” por el uso de medios de prensa.
Agregó que Chávez intensificará los anuncios de gasto social, entregará viviendas “construidas y por construir” y se afincará en lo que significaría su eventual derrota para la estabilidad y la paz del país, una “amenaza que busca bloquear la votación independiente por su adversario”.
El mandatario afirmó que incluso a los “ricachones” les interesa que él gane las elecciones, pues a las clases pudientes les “gusta la tranquilidad y la vida plácida”.
“Lo importante (de las elecciones) es que este proceso no vuelva atrás y eso es lo que me da más fuerza para pararme porque falta un trecho todavía”, dijo Chávez, aludiendo a su propuesto de más socialismo para el mandato de 2013-2019.