José Manuel Cortez García, de 34 años de edad y jefe de relaciones públicas del laboratorio criminalístico de la Guardia Nacional Bolivariana adscrito al Comando Regional Cuatro, fue asesinado la tarde de ayer de un disparo en el pecho en medio de un atraco en el interior de un local de comida rápida ubicado al este de Barquisimeto.
Cortez García comía a las 1:30 de la tarde con su novia y unos familiares en un restaurante ubicado en la carrera 19 con calle 8, cuando de pronto al lugar llegó un hombre con una pistola verde fosforescente y lo apuntó. Cortez García forcejeó con el hombre y éste accionó el arma, pero se engatilló. El forcejeo se extendió por varios segundos hasta que se escuchó un disparo que impactó en el pecho. El homicida al verlo en el suelo huyó del lugar, pero luego se devolvió y le arrancó una cadena de oro. El hombre salió del local en una moto negra en dirección al barrio 23 de Enero.
Dos de los empleados del local recogieron a Cortez, lo montaron en uno de los carros de ellos y se lo llevaron a la Clínica Canabal. En el camino los hombres que eran amigos, le daban ánimos para que no se desmayara y Cortez les respondía que no se preocuparan que el aguantaría. “No se preocupen yo aguanto, yo aguanto”.
En el centro médico lo metieron de urgencia en el quirófano, pero Cortez no resistió y luego de hora y media de lucha por sobrevivir, murió a las 3:30 pm.
En las afueras de la clínica los familiares esperaban por buenas noticias. Hasta que un médico con cara larga se dirigió hasta ellos. “Lo sentimos mucho; hicimos lo que pudimos, pero el joven falleció en medio de la intervención”, dijo.
Al escuchar las palabras del doctor, Nataly Berríos, novia de Cortez, soltó un grito y cayó al suelo en shock por varios segundos hasta que los familiares la ayudaron a reincorporarse. Las lágrimas de los familiares comenzaron a asomarse por las mejillas. Poco a poco los parientes comenzaron a llegar.
“Me lo mataron, me lo mataron de un disparo al pecho”, dijo una mujer llorando que llegaba al lugar y se abrazaba a uno de los familiares. Era Eleonora Elvira, ex pareja del joven quien llorando se abrazaba fuertemente con otro familiar.
En medio del momento de tristeza que se vivía en el centro médico, Noemí Peña, prima de la novia de Cortez, contó que ya habían comido y estaban por pararse de la mesa cuando llegó el homicida.
“Nosotros somos de Caracas y somos primos de su novia; llegamos esta madrugada porque veníamos al entierro de un familiar. Nos acompañó todo el día y cuando regresamos del cementerio Jardines Celestiales fuimos hasta la casa de mi tía en la Calle 11 con carrera 21 y 22, para almorzar, pero José Manuel nos invito a comer muy amablemente y aceptamos”.
Salieron en la camioneta de Cortez, una Jeep Wagoneer marrón del 86. “El nos preguntó que para dónde queríamos ir, luego dijo que nos llevaría a ese restaurante de comida rápida donde lo mataron. Es una lástima porque era un hombre noble, amable, tratable y muy sencillo. La atención en la clínica fue excelente, los médicos hicieron un gran esfuerzo, pero el disparo afectó varios de sus órganos vitales y falleció, es una lástima”
Crimen grabado
El crimen de Cortez quedó grabado en las cámaras internas de seguridad del restaurante. Los funcionarios que investigan el caso tomaron el video para revisarlo y obtener pistas que sirvan en el esclarecimiento del hecho. Los dueños del local dijeron que dos hombres en moto estuvieron rondando la zona desde temprano, de manera sospechosa.
La muerte de García Cortez dejó un amargo sabor de boca en el gremio periodístico. Quienes tuvieron la oportunidad de conocerlo lo describieron como un ser excepcional, alegre, emprendedor, luchador, dicharachero, amigo incondicional, excelente profesional y con una alta calidad humana.
Cariñosamente le decían “El Morrocoy Sabanero”. Durante las últimas horas esas mismas personas que cada día llegan al CORE 4, en busca de información, recordaron como siempre los recibía de manera amable, ofreciéndoles café y ayudándoles en todo lo que estaba a su alcance. Esas mismas personas coincidían en que Cortez dejará un enorme vacío en el mundo de las relaciones públicas que será muy difícil llenar.
Fotos: Emanuele Sorge/
Cortesía familia
