Los centros de distribución de gas domiciliario en el municipio Palavecino están repletos de cilindros, pero todos vacíos.
Desde las 5:45 de la mañana comienza el peregrinaje de los vecinos utilizando todo tipo de medio de transporte con el propósito de conseguir la bombona de gas, teniendo muchas veces que recorrer múltiples centros o casas para no regresar con las manos vacías.
Sin embargo, desde hace 16 días, el indispensable recurso desapareció del municipio Palavecino.
Expendedores de gas, afirman graves contratiempos en la planta de llenado, ubicada en la Zona Industrial de Barquisimeto.
Otros dicen que la demanda se incrementó con el argumento que el Gobierno nacional estatizó las empresas distribuidoras.
-Aquí todo el mundo conoce la infeliz conclusión de las empresas que pasan a manos del Estado, sentenció con sarcasmo un distribuidor de gas en Los Rastrojos.
Cuánto vale tener gas
A juicio de Miguel Medina, habitante de Cabudare-Centro, para obtener una bombona de tres kilos de gas, debe emprender una dramática peregrinación por no menos de seis a ocho centros de distribución, entre Cabudare, La Mata, “otros recovecos”.
-Además hay que pagar un sobreprecio de entre 15 y 25 bolívares, si de verdad necesitas, dijo.
Según Eduardo D’ Bruzos, residente de El Placer, “es triste que en un país con tanto petróleo y el yacimiento más grande del mundo, los venezolanos tengamos que mendigar por una bombona”.
Acotó que lo más dramático de la situación es que no hay autoridad que pueda controlar el triste escenario.
Marcada impotencia
Italo Vaamondes, vecino del sector La Cruz de Agua Viva, exclamó que la escasez es fuerte: “Tengo dos meses pidiendo el gas vía telefónica, toda vez que la suscripción así lo reza”.
-Hasta he ido en muchas oportunidades a la oficina comercial de la empresa de gas, ubicada en la Avenida Intercomunal pero la respuesta es la misma: Tiene que esperar una larga lista, señaló.
Sostuvo que se vio obligado a comprar una cocina eléctrica para soportar la marcada impotencia del deplorable servicio y la mala atención de la secretaria.
Eva Méndez, también residenciada en Agua Viva, remarcó que tienen que soportar largas colas desde tempranas horas de la mañana, para anotarse en una lista de usuarios en la misma situación.