Una bomba adherida a un camión cisterna cargado de combustible hizo explosión el miércoles frente a un hotel de Damasco donde se alojan los observadores de las Naciones Unidas en la capital siria, hiriendo a por lo menos tres personas, informó la televisión siria.
La televisión dijo que la explosión ocurrió cerca de la playa de estacionamiento usada por el comando del ejército, situado a unos 300 metros de distancia.
El ministro de relaciones exteriores de Siria Faisal Mekdad recorrió el lugar de la explosión y dijo que ningún miembro de las Naciones Unidas estaba herido. La explosión ocurrió en momentos en que la directora de la ONU para asuntos humanitarios, Valerie Amos, se encuentra en la capital siria pero se cree que su comitiva se aloja en otro hotel.
Un periodista de Associated Press que llegó al lugar dijo que la explosión había ocurrido en otra playa de estacionamiento dentro de un complejo militar cerca del Hotel Dama Rose, donde se alojan los observadores de la ONU en Siria.
El hotel tuvo algunos daños, inclusive hubo rotura de vidrios.
Familiares de un libanés que fue capturado por los rebeldes sirios dijeron que han tomado como rehenes a más de 20 ciudadanos sirios y los mantendrán en cautiverio hasta que su pariente sea puesto en libertad.
El libanés apresado es Hassane Salim al-Mikdad que aparece en un video divulgado por los rebeldes y que es señalado como miembro de Jezbolá, el grupo chiíta relacionado con Irán y Siria.
El hombre afirma que fue enviado a Siria a combatir con las fuerzas del régimen.
Jezbolá ha negado que al-Mikdad pertenezca a su grupo y la familia afirma que ha estado viviendo en Siria por más de un año.
Abu Ali al-Mikdad, un pariente, dijo a los periodistas en Beirut, que han capturado a «más de 20 sirios» entre ellos a un miembro de alto rango del grupo rebelde Ejército Libre Sirio.
El más reciente episodio demuestra que la violencia de Siria podría expandirse fácilmente hacia el Líbano, donde existen profundas divisiones entre simpatizantes y opositores al régimen de Assad.