En ocasiones, la llegada de las vacaciones anuncia un período de relajación, descanso y viajes, pero no olvide tomar las medidas de prevención necesarias para regresar al trabajo o a las clases renovado, cuidándose de las enfermedades que puedan truncar su período vacacional. No permita que sus días de descanso se vuelvan una pesadilla, aprenda a prevenir y controlar esos trastornos típicos de la temporada vacacional.
Al momento de realizar un paseo en entornos naturales y al aire libre recuerde tener cuidado con el sol, lleve la cabeza cubierta, use camiseta y gafas de sol. Además, si la piel se expone directamente al sol debe usarse protector solar adecuado para su piel y aplicarlo generosamente media hora antes de la exposición solar, aplicación que debe de ser renovada periódicamente.
El cloro de las piscinas, el agua de mar y sobre exposición al sol son las causas más comunes de la irritación de los ojos. Para evitar esas molestias es recomendable usar gafas de sol y unas gotas que permitan lubricar los ojos. Además es importante lavarlos bien con agua limpia luego de un chapuzón.
Beber agua en esta época y evitar la sudoración profusa y mantenida que puede conducir a la deshidratación, sobre todo en caminatas largas. Así mismo, si normalmente hay que cuidar la alimentación, en vacaciones esta máxima debe aplicarse con rigor. Las ensaladas, las frutas, la fibra y los lácteos deben ser los principales componentes de la dieta.
También los enemigos de las vacaciones en campamentos y playas son los mosquitos, los zancudos y las abejas, para aliviar los malestares que producen sus picaduras, tenga a la mano alcohol antiséptico y hielo. Lave bien la zona y luego desinféctela con un poco de alcohol, lo cual calmará la inflamación y la picazón.
Para aquellos que sufren de mareos en los viajes de carretera, evítelos mirando a un punto fijo lejano y permitiendo que el aire circule. Además procure comer y beber poco antes del viaje.
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