El conflicto en el metro de Buenos Aires «está latente» pese a que la noche del lunes concluyó una huelga que paralizó durante diez días el servicio que transporta a un millón de personas a diario, advirtió este martes un dirigente gremial del sector.
«El conflicto está latente porque queremos seguir discutiendo más mejoras en las condiciones de trabajo y las paritarias (negociación salarial) y porque el 23% de aumento acordado no está firme», dijo Néstor Segovia, secretario general adjunto del sindicato (izquierda).
El dirigente señaló que el alza del 23% en las remuneraciones fue firmado por el sindicato Unión Tranviarios Automotor (UTA), que agrupa a los trabajadores del sector de transportes, pero de escasa incidencia entre los empleados del metro, que están agrupados en su propia organización sindical.
Ese acuerdo salarial «precario» está supeditado a que la empresa Metrovías cuente con los recursos económicos necesarios para afrontar el incremento, criticó el gremio de los trabajadores del metro.
Segovia detalló que el acuerdo alcanzado «es positivo» en relación a las mejoras en las condiciones laborales, como la extensión a seis meses de las licencias de los trabajadores en tratamiento médico, aunque insistió que el aumento salarial de 23% «no está firme», tras reclamar un alza de 28%.
El servicio de las siete líneas del metro de la capital argentina, de 56,7 km de extensión, se reanudó este martes con normalidad, luego de que se firmó un acuerdo entre el sindicato del sector y Metrovías, la empresa privada que opera el medio de transporte, constató la AFP.
La protesta, la más larga de la historia en el metro capitalino, causó serias molestias a los usuarios que se vieron obligados a realizar extensas caminatas o aplear a las bicicletas para llegar a sus lugares de trabajo, mientras los autobuses circulaban abarrotados en medio de un tránsito desbordado.