La vialidad, es lo menos atendido por las autoridades locales, en el barrio Indio Manaure, al noreste de la ciudad, a simple vista se nota el abandono de la capa asfáltica.
Los vecinos sufren cada vez que tratan de salir de sus casas, sea en vehículo o caminando para tomar el taxi, de cualquier forma, las vías del popular sector representan un caos.
Gilberto Rodríguez, vecino, declaró que las autoridades municipales, saben del deterioro de la capa asfáltica pero no mandan el presupuesto para solventar la falla. Todo lo contrario.
Las condiciones del pavimento empeoran, mientras la indiferencia de la Alcaldía de Iribarren se vuelve más intensa. “La Alcaldía debería meterle la mano al barrio”, comentó indignado.
Por desgracia otros tantos problemas aquejan a las familias de la barriada, por ejemplo, la falta de viviendas.
En la parte alta, hay una invasión que data desde hace tres o cuatro años aproximadamente, una muestra evidente de la grave crisis habitacional que enfrentan los barquisimetanos.
Viven en humildes ranchos de zinc, nada comparables, con la casa cómoda y segura que estipula la Constitución como un derecho.
Todos esperan los resultados de la Misión Vivienda. No cuentan con recursos económicos suficientes. Apenas, una minoría ha podido construir por su cuenta el domicilio familiar, el resto sigue conviviendo en medio de las cuatro láminas de zinc que conforman el rancho.
No sólo la falta de una vivienda los angustian, también las inseguridades que sienten al vivir en esas débiles infraestructuras. Es uno de los sectores con mayor peligrosidad en la parroquia Santa Rosa. De allí la preocupación de los humildes residentes.
“En un rancho, las balas pasan sin problema; no tenemos seguridad durmiendo aquí. Es urgente la construcción de nuestras viviendas porque la agonía que vivimos cuando se forman balaceras en la zona, es una de las peores sensaciones de la vida: nos sentimos desprotegidos.
La comunidad, merece una atención integral que dignifique a los vecinos: calles arregladas, sustitución de rancho por vivienda y seguridad”, dijo la vecina María de Jiménez.
Fotos: Ricardo Marapacuto