Los organizadores de Rio-2016 tendrán el domingo ocho minutos para presentar al mundo, con su mejor música y baile, toda la alegría y la diversidad de Brasil, antes de tomar el relevo de Londres en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos.
Para Daniela Thomas, una de las directoras artísticas, el «reto» del tradicional segmento marcado por la entrega de la bandera olímpica a la próxima ciudad que organiza los Juegos es «reiventar los clichés» sobre su país.
«Tenemos que mostrar a la gente increíble, la cultura increíble y la pasión increíble que hace nuestro país (…) uno de los más multiculturales y multiétnicos del mundo», declaró Thomas en una rueda de prensa.
«Sé que ocho minutos es muy poco tiempo, pero vamos a mostrar como mezclamos las diferentes influencias que nos llegan», agregó la brasileña.
Para ello se ha elegido un ecléctico grupo de artistas encabezado por la cantante Marisa Monte y el rapero Bnegào, y en el que también figura Renato Sorriso, el sonriente barrendero público del sambódromo de Rio que se ha convertido en uno de los íconos ineludibles del Carnaval y de la ciudad.
Los veteranos atletas olímpicos Robert Scheidt, leyenda de la vela que atesora cinco medallas (2 oros), y Maurren Maggi, campeona de salto de longitud en Pekín-2008, también tendrán un papel destacado.
En total, 300 personas participarán en esta secuencia, incluidos brasileños llegados de Rio y de otras ciudades del país o afincados en Londres, pero también ingleses reclutados en las escuelas de samba locales.
Todos ellos estuvieron ensayando en Greenwich, en la orilla del Támesis opuesta al parque olímpico, y dos veces también en el estadio de Dagenham (este) con el resto de los casi 4.000 participantes a la ceremonia de clausura, que debería reunir a algunas de las grandes estrellas de la música británica.
Pero los organizadores de Rio 2016, están convencidos de que su segmento no desentonará en esta desenfadada «Sinfonía de música británica».
«Es un programa muy original, y a la vez muy brasileño y agradable», aseguró Marco Balish, su productor ejecutivo.
«La música de Brasil es una afirmación fantástica», dijo. «Encajamos perfectamente en la ceremonia de clausura con nuestro propio estilo y nuestro propio lenguaje».
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