El arte de escribir

El escritor va dejando una parte de si en cada una de sus creaciones, siempre se escucha el axioma, “escribe algo, que algo queda”.
Este algo es la vivencia, los sentimientos, los pensamientos de un ser humano que desea trascender en este glorioso planeta. Cuantas personas por una simple cuartilla realizada en algún punto en el tiempo han llegado hasta nuestros días y son objetos de debates con disensos y consensos y son recordados por algunas frases vertidas en algún escrito.
La escritura es la imagen viva de quien la redacta, es que aprendemos a conocer a alguien al leer su obra hecha de su puño y letra, sus caracteres quedan plasmados en ese sistema convencional, los textos nos muestras que tanto es el conocimiento de ese artista y cuáles son sus facultades Comunicacionales, además, a medida que ahondamos en sus textos, se profundiza en los pareceres de una época. Por eso, se dice que la grandeza de una persona se deriva de la riqueza de su vocabulario que contiene en el interior de su ser.
Las personas fueron dotadas y beneficiadas con la más grande de las herramientas de civilidad representada por el “Lenguaje”, como ente social necesita de la facultad de poder comunicarse con los demás dando y recibiendo informaciones que le ayuden a comprender el todo que le rodea, ya sea de forma oral, o también de forma escrita. La escritura hace a la persona un ser creativo, activo, e interesante, por lo tanto, la opinión pública toma en cuenta el impacto que genera alguna obra y sabrá valorar su importancia.
Por consiguiente, un individuo debe saber el poder maravilloso que tiene a su alcance, no se debe conformar solo con el aprendizaje obtenido en las aulas que forman a la persona de una manera funcional, sino se tiene que dar rienda suelta al arte de escribir, hay que empoderarse de esa maravillosa herramienta con que nos ha dotado la naturaleza para generar, reacciones a las acciones, respuestas a los estímulos, y de una forma u otra tener relevancia e importancia en esta sociedad de la información en donde mandan las tecnologías de informar y comunicar, a su vez poder trascender a través del tiempo por la utilización de este magnífico instrumento que nos legó la providencia. Entonces no queda nada más, sino escribir para que te conozcan las futuras generaciones.