Las protestas de los cañicultores ante el retraso en el pago de las zafras arrimadas en el Central Río Turbio, dieron el resultado esperado por cuanto las autoridades efectuaron un compromiso de pago para las próximas semanas.
El pasado viernes 3 de agosto, los productores se apostaron frente a la industria para reclamar la cancelación del 60% que les corresponde por el azúcar molida. “Nosotros arrimamos nuestra caña en el mes de febrero al central Río Turbio. Ya han pasado cinco meses y no se ha cumplido el compromiso de pago del dinero que nos corresponde por esforzarnos en el campo y garantizar la caña de azúcar”, dijo durante la protesta el productor Fernando Torrealba, en representación de los afectados por el estado Yaracuy.
Por convenio, el Central Azucarero obtiene el 40% de las ganancias por la venta del azúcar, mientras que los productores reciben el otro 60%. Luego de una reunión con las autoridades del central, y del Ministerio de Agricultura y Tierras (MAT), se concretaron ciertos acuerdos.
En primera instancia, el central comenzará a cancelar dentro de dos semanas la deuda del mes de marzo, y en los primeros días de septiembre, los otros dos meses de mora.
Explicó Fernando Torrealba que una segunda reunión se efectuó con las autoridades de la empresa, obteniendo como resultado el consenso entre los representantes del sector Nuarito, Yaritagua, Urachiche, y municipio Páez. “Llegamos a un acuerdo para que al discutir un nuevo contrato con el central en la venidera zafra, se firme un documento frente a un abogado para que el procedimiento tenga personalidad jurídica, y no se pueda jugar con nuestro dinero”.
Vale destacar que la operatividad del Central Río Turbio se vio fuertemente afectada a finales de 2011, por cuanto funcionarios del Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laboral (Inpsasel), paralizaron las actividades al detectar presuntas irregularidades en el desempeño de la chimenea, y ordenaron el cese de la molienda de caña alegando riesgo para la salud de los trabajadores de la planta.
Para entonces, Inpsasel tomó muestras de las condiciones estructurales de la chimenea y las envió al decanato de Ingeniería de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (Ucla), a fin de determinar si la misma podía funcionar adecuadamente para culminar la zafra 2011.
Adecuar las condiciones de la planta a las exigencias de Inpsasel le exigió al Central Azucarero buenas inversiones y rapidez para no afectar la molienda de unas 500 mil toneladas de caña.
Fotos: Daniel Arrieta