Las áreas del Centro de la Esperanza Divina Pastora, sala de espera del Hospital Central Antonio María Pineda que fueron inauguradas hace poco más de tres años por el Gobernador Henri Falcón, hoy muestran el deterioro causado por el uso de cientos de personas que a diario acuden a este espacio en aguardo de sus familiares que son atendidos en dicho centro de salud.
Las 150 poltronas que ocupan los pisos superiores y sirven para descanso nocturno de los usuarios se notan desgastadas y afean la pulcra imagen que en un principio caracterizó esta edificación. Al igual que los techos ya muestran el desgaste y en tiempo de lluvia las filtraciones se dejan colar por las paredes.
Ramón Márquez, coordinador de la sala de espera, destacó que la edificación fue construida con el fin de dar asilo a los familiares locales y de estados circunvecinos de los pacientes, sin embargo el mal uso que le han dado algunos usuarios además de la falta de conciencia han deteriorado los espacios.
Indicó que en las próximas semanas se realizará una rehabilitación completa del centro, para ampliar la atención a los familiares de los pacientes y mejorar los servicios, tal y como fueron entregados en su inauguración.
“Hoy en día la sala de espera se nos ha quedado corta por la cantidad de personas que la utilizan, sobre todo los fines de semana cuando la asistencia es masiva al centro de salud. El llamado es para todas las personas a que cuiden el área y podamos seguir disfrutando del servicio”.
Mensualmente la sala de espera recibe alrededor de 15 mil usuarios, un total de 400 personas diarias. El objetivo es renovar todo lo que ofrece para que la espera sea más confortable.
Fotos: Ángel Zambrano