Las dos caras de la moneda

Me voy a referir a dos situaciones que tienen la categoría de derecho, facultad, legislación, justicia, equidad, solución, atención, un deber y razón. Es decir, las protestas, las huelgas. Primeramente, debo decir que para nadie es un secreto que, los pueblos, las comunidades, los ciudadanos gozan de un derecho constitucional, a manifestar, pacíficamente y sin armas, según el art. 68. Además, los artículos, 3, 7, 55,75, 82, 83, 86, entre otros, protegen a los manifestantes.
En ninguna parte habla de meterlos a prisión, por reclamar sus derechos. Siempre es bueno estudiar, leer, interpretar las leyes, para poder emitir opiniones o ir a los hechos, porque podemos quedar muy mal parados y comprometidos.
Esto sucede cuando los gobernantes incumplen con su sagrado deber de buscarle soluciones a los problemas comunitarios, como por ejemplo, falta de agua, calles destrozadas, demasiada inseguridad, ausencia de protección por parte de los organismos de seguridad, módulos y comisarías cerradas y abandonadas, el aseo no recoge las basuras por sentirse inseguros, escuelas deterioradas y completamente desasistidas, violación de los derechos humanos, falta de justicia, vías agrícolas en completo abandono, destrozos y saqueos a las escuelas de manera reiterada, impunidades, calles y avenidas llenas de huecos, los apagones que perjudican a los ciudadanos, postes sin iluminación, quebradas contaminadas, falta de viviendas prometidas, hospitales y ambulatorios con problemas para atender a los pacientes, empresas cerradas, desempleo, estas y otras calamidades, desastres, tragedias, infortunios, catástrofes, adversidades, son algunas, por lo que protestan los ciudadanos venezolanos. Ahora nos preguntamos, ¿tienen o no razón de protestar? Usted tiene la respuesta.
En segundo lugar, tenemos la otra situación. Tenemos que hay protestas que afectan a muchas personas ajenas al problema. Trancar una vía de tránsito terrestre impide que las personas puedan llegar a sus puestos de trabajo, pueden perder el trabajo, el transporte de comida no llega a tiempo poniendo en riesgo la pérdida de alimentos perecederos, Transporte de medicinas para pacientes enfermos, impedir el paso a una ambulancia, un carro de los bomberos o la policía es perjudicial.
Lo dice el art. 50 de nuestra Constitución. Entre las posibles soluciones o recomendaciones a los que protestan, tenemos, dirigirse a la persona u organismo que está causando malestar a la comunidad o ciudadanía. Utilizar los medios de comunicación como una excelente vía para el entendimiento. No quemar cauchos porque atenta contra el medio ambiente, el clima. Igualmente, es perjudicial para la salud de las personas. El fuego y la gasolina no son buenos aliados y ponen en peligro a quienes lo manipulan.
Estas protestas son un mal ejemplo para nuestros niños, niñas y adolescentes. En conclusión, aquí les dejo las dos situaciones. De su parte está escoger la mejor solución. “Las cosas no son buenas o malas sino cuando las experiencias han enseñado a conocerlas” Simón Rodríguez.