La falta de dignidad, las posiciones acomodaticias y el provecho económico, han sido la guía de conducta de la mayoría de los Presidentes de América, en su relación con Venezuela y el gobierno de Hugo Chávez; quien en estos años ha usado perversamente el Petróleo como arma y garrote político, en su afanado y desquiciado propósito de exportar e imponer su modelo y visión comunista en la Región, contraviniendo los acuerdos, normas y preceptos establecidos en los organismos que rigen las relaciones de los Países del sistema interamericano. El ALBA, Petrocaribe, Unasur y todos los convenios firmados en materia de cooperación Petrolera, han sido los instrumentos usados por Chávez, para intentar ejercer la hegemonía en los 21 países de América Central y los 12 de América del Sur, afincándose por supuesto en aquellos donde los niveles de pobreza son mayores; pero frente a esa arremetida hegemónica e imperialista de Hugo Chávez, debemos destacar y resaltar la valiente posición de los pueblos de Honduras y Paraguay, quienes han sufrido los embates de la vulgar intervención del gobierno de Venezuela; el primero cuando desde la patria del Libertador Simón Bolívar, se intentó por la fuerza, desconocer la Constitución del País centroamericano, quienes haciendo uso de los poderes del estado, de su soberanía y de su autodeterminación, procedieron a destituir al Presidente Manuel Zelaya, por incurrir en la flagrante violación de su carta magna y pretender de facto imponer la reelección indefinida del Presidente de la República, cuando esta figura de la reelección esta clara y taxativamente negada y es causal de destitución del Jefe del Estado Hondureño y el otro País hermano es Paraguay, que hace dos semanas activó los mecanismos Constitucionales, para darle salida a una crisis política, provocada y generada por el Presidente Fernando Lugo, a propósito de los 17 paraguayos muertos en enfrentamientos entre policías y civiles, lo que fue considerado por unanimidad del Congreso de ese país, como causal grave, tal cual está establecido en la Constitución de ese País, para proceder a destituirlo, por mal desempeño en la jefatura del Estado; ese proceso, al igual que el de Honduras causó la indignación del Presidente Chávez, quien actuaba y actúa como protector de todos los mandatarios, que por sus conveniencias y provechos económicos, muestran afinidad ideológica con él y generó un conjunto de acciones políticas y militares de parte del Canciller Nicolás Maduro, quien por instrucciones de Chávez, encabezó reuniones con civiles y militares paraguayos y los agregados militares Venezolanos en ese País, para tratar de desconocer la voluntad del congreso y provocar un alzamiento, tal como lo hicieron ellos en Venezuela en Febrero y Noviembre de 1.992 y como pretendieron sin éxito tampoco en Honduras, en junio del 2.009, cuando fue destituido Manuel Zelaya de la Presidencia de Honduras.
La irreversible y valiente posición de Hondureños y Paraguayos, debe ser el espejo donde se mire América Latina, hasta deslastrarse de este troglodita del siglo 21 y especialmente donde nos miremos los Venezolanos, para seguir trabajando con decisión y coraje, para echarlo del poder con votos el próximo 7 de octubre, elegir a Henrique Capriles Presidente de la República y comenzar a erradicar para siempre, estas formas de intervención imperialista, que Hugo Chávez a impuesto, cobijado en el poder que significa gobernar un país con grandes riquezas petroleras, pero que también cuenta con grandes riquezas morales, que saldrán a relucir en los próximos comicios presidenciales.
Honduras y Paraguay, dignidad total
-
- Publicidad -
- Publicidad -
Más leido hoy
Capriles exige aumento de sueldos: “Con pensiones y salarios de 2.9$ al mes no hay avance” #11Nov
El exgobernador del estado Miranda resaltó la urgencia de aumentar las pensiones y los salarios en Venezuela.
- Publicidad -
Debes leer
- Publicidad -
- Publicidad -