Fueron muy pocos los electores que ayer, domingo, en la oportunidad de ser realizado el primer simulacro para las elecciones presidenciales del 7 de octubre, tuvieron la oportunidad de conocer la nueva boleta electrónica y el dispositivo denominado Sistema de Autenticación Integrado (SAI), que verifica la identidad de los votantes mediante la huella dactilar del pulgar derecho.
Los llamados a ejercitar el voto en todo el país fueron 226.293 personas, de cuyo total 11.743 correspondieron a nuestro estado. El proceso comenzó a las 8 de la mañana y concluyó a las 3 de la tarde.
En Lara funcionaron solamente tres centros de votación, todos ellos en el municipio capital, Iribarren, donde se constituyeron 21 mesas: 2 en la Escuela Técnica Comercial Eliodoro Pineda, parroquia Catedral; 9 en la Unidad Educativa Libertador, del barrio Bolívar, parroquia Juan de Villegas; y 10 mesas en la Escuela Ciudad de Maturín, de Unión.
Tanto en las entradas de los centros como en las inmediaciones estuvieron apostados los efectivos del Plan República, quienes debían impedir que entraran personas que no aparecían registradas en dichos centros, aunque muy cerca se vieron los activistas de los dos candidatos: Hugo Chávez a la reelección y Henrique Capriles Radonski, por vez primera.
En la Eliodoro Pineda fue muy notorio el activismo de los rojos rojitos, ya que se habían concentrado a poco menos de cien metros y se vio a la alcaldesa, profesora Amalia Sáez, muy atenta a todo lo que estaba pasando.
Igualmente ocurrió en el barrio Bolívar, donde estuvo destacado el diputado Luis Jonás Reyes, del Consejo Legislativo, y fueron istalados muy cerca del centro varios toldos y los patrulleros tenían mesas donde figuraban las listas de los electores, adonde se acercaban los interesados, por supuesto, afectos a la candidatura de Chávez.
Hubo en todo momento tensión, ya que los partidarios de Capriles consideraban que había mucho ventajismo en la forma de actuación de los chavistas, pues a éstos los dejaban entrar tranquilamente a la Unidad Educativa, vistiendo sus camisetas rojas y eran hostigados los de Avanzada Progresista, a quienes en todo momento les ordenaban que se retiraran de la puerta de la institución educativa. Hubo varios enfrentamientos verbales con los funcionarios uniformados.
El concejal Edilberto Rojas protestó contra los militares por considerar que estaban de parte de los oficialistas y señaló que él, no como concejal, sino como ciudadano, tenía derecho de expresar su opinión sin temor alguno.
También la autoridad única del Ejecutivo Regional en Juan de Villegas, Jean Moreno, se quejó de la actuación de los militares, quienes le exigieron su identificación cuando formulaba su reclamo.
Mercedes Escalona, Coromoto Sánchez y Yorlis González, de Unión, dijeron que el ventajismo oficialista era evidente con la instalación de un módulo rojo a menos de 100 metros de la Escuela Ciudad de Maturín.
En general, el ambiente fue tenso; pero, no se presentaron situaciones graves que lamentar.
Dentro de las instalaciones el procedimiento fue sencillo: Una vez que el elector llegó a la mesa, entregó su cédula de identidad al presidente de la mesa. Éste le dictó el número de la cédula de identidad al operador de la máquina del SAI, quien verificó sus datos y luego la huella dactilar del pulgar derecho fue comparada con la que reposa en la memoria de la máquina de votación.
En la ocasión se ubicó el cuaderno de votación al final de la denominada herradura y se añadió una planilla de incidencia para el caso en que al elector no se le reconociera la huella al ser hecha la verificación del SAI. Los asistentes pudieron votar en tiempo que no pasó de los tres minutos, ya que algunos lo hicieron en apenas 60 segundos.
Fotos: Daniel Arrieta
