Se cuenta la historia de un hombre que tenía un hijo le bastante travieso. Para que este se diera cuenta de sus malas acciones, su padre le propuso que cada vez que cometiera un mal acto pondría un clavo en una puerta de la casa. Pronto la puerta quedo tan llena que no cabía uno más, el niño avergonzado prometió a su padre cambiar, pero con la condición de que cada vez que realizara una acción buena sacaría un clavo de la puerta. Así lo hizo por algún tiempo hasta que llegó el momento de arrancar el último clavo. Sin embargo el muchacho no parecía contento. ¿Por qué no te alegras? Le pregunto el padre. Y el joven respondió- Porque aunque has quitado todos los clavos, quedan los agujeros.
Como seres humanos no estamos exentos de vivir o pasar situaciones dolorosas que dejen heridas profundas en nuestro corazón, y que aun con el transcurrir de los años continúan produciendo descontento. Siempre traemos a nuestra memoria aquellos momentos que nos causaron malestar, viviéndolos de nuevo. Pero la verdadera realidad de todo esto es que la mayoría de las personas que están terriblemente heridas, no buscan la ayuda que requieren, sino por el contrario se convierten en sus propios consejeros incrementando a un más sus sufrimientos.
Cierra la puerta a la amargura
No tengo duda alguna que resulta una tarea casi imposible, dejar de recordar el dolor que otros nos han causado, pero de algo que si estoy muy seguro es que podemos superar, manejar y sanar estas heridas de tal manera que no intervengan en nuestro presente y por supuesto en el futuro. Las personas que no logran superar los problemas o el dolor del pasado terminan por vivir totalmente amargadas. Es la consecuencia inevitable de no procesar viejas heridas y tragedias. Wes Roberts dijo: «Nadie puede mantenerse siendo víctima de su pasado». Yo agrego a esto que no puedes avanzar y caminar hacia el éxito y seguir atascado en tu pasado; pero no te estoy empujando a olvidarlo, sino a trabajar junto a otros esas áreas de su vida que aún te causan dolor. Si te continua doliendo, sigue siendo parte de tu presente.
Tu pasado es el inicio de su nuevo comienzo
Cuando las personas viven aferradas a las heridas de su pasado, seguramente llegarán a ser un prisioneros de sus propias emociones. La vida puede ser entendida mirando hacia atrás, pero debe ser vivida mirando hacia delante. Si la historia pasada fuera todo lo que importa, las bibliotecarias serían las únicas personas de éxito en el mundo. El pasado solo debería mirarse con gratitud por las cosas buenas. Así que mire hacia atrás con gratitud y hacia delante con confianza. Tu pasado es el inicio de tu nuevo comienzo. El pasar por este proceso puede ser muy difícil, pero puedes salir de el. Solo piensa, hoy puede ser tu día para deshacerte de los sufrimientos de pasado en un avance hacia el futuro, entiende que tus heridas podrán sacar algo bueno. La Biblia dice: «Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman» Romanos 8: 28.
Algunas personas se aíslan debido a sus heridas del pasado, permitiendo que su historia personal los mantenga prisioneros. No importa lo que hayas experimentado en el pasado, mejor estudia lo sucedido y pregúntate que provecho puedo sacar de esto para mejorar mi presente. Chardin Pierre dijo: «El pasado me ha revelado la estructura del futuro»
El poder del perdón
Si has sido dañado seriamente, empieza primero por reconocer el dolor, luego, perdona a las personas involucradas, incluyéndote a ti mismo si es necesario. Esto te ayudará a seguir adelante. Y finalmente te recomiendo que busques la ayuda de la persona indicada, esta te hará salir más fácil de tu situación y así no te sentirás sólo en el camino que te toca ahora emprender.
¿Cuánto tiempo vas a permitir que la gente que te ha hecho daño controle tu vida? ¿Otro año? ¿Otra temporada? ¿Cuánto tiempo? Esa pregunta puede ser frustrante porque pensamos de modo ingenuo que no tenemos ninguna alternativa para el asunto. En tanto la verdad es que no se puede deshacer lo que está hecho, es igualmente cierto que no tienes que permitir que el pasado controle tu futuro. ¿Quiere usted dejar ir al pasado y reclamar el futuro? Aplique el consejo de Paul Boese: Perdonar no cambia el pasado, pero agranda el futuro.
Puedes estar equivocado aun estando en lo cierto si no perdonas a alguien. «Si se queja el tiempo suficiente para que le den la razón, entonces va a estar en un error» (proverbio judío).
No quemes los puentes
No queme puentes; te sorprenderás de las veces que tienes que cruzar sobre el mismo río. No perdonar es sin sentido, pero cuan¬do perdonamos hacemos que el futuro sea posible y vas a comenzar el día con el pie derecho si te preguntas a diario: «¿A quién debo perdonar?»
Algunas personas permanecen tan lejos en el pasado que el futuro desaparece antes que lleguen allí. El futuro atemoriza sola¬mente a los que prefieren vivir en el pasado. Nadie ha llegado a la prosperidad caminando hacia atrás. No puede tener un mañana mejor si hoy está pensando en ayer. Ayer ha pasado para siempre y está fuera de nuestro control. Lo que está detrás de nosotros es insignificante comparado con lo que está por delante.
Tome como ejemplo a la gente fuerte y activa; imite a la gente valiente; a los enérgicos y vencedores, a quienes saben manejar las situaciones difíciles. Piense menos en las heridas que le causaron, perdone, entréguele todo derecho de venganza y busque el lado positivo de las cosas. No se amargue por sus fracasos ni se los endose a otros, mejor tenga siempre una actitud de vencedor. Le aseguro que dentro de usted encontrará una disposición de hacer lo que sea necesario para conseguir los resultados que usted aspira. ¡ESFUERZATE y HAZLO!