Hoy domingo a las 3:00 p.m. el Centro Artístico Integral Danzaré debuta en escenario crepuscular con su primera muestra artística, Legado de la danza, la cual rinde tributo a la impronta de Leida Meléndez, exponente del arte en movimiento que cumple 50 años de trayectoria en la escena del ballet clásico y danzas contemporáneas.
En el Auditorio Ambrosio Oropeza de la UCLA se celebrará el emotivo periplo de movimientos.
Dirigida por Patricia Durán, Danzaré emergió hace un año al norte de Barquisimeto. Hoy día cumple su primer aniversario y se complace en invitar al público a su primer espectáculo, que revelará el fruto de meses de lecciones con más de 20 niñas que también cumplen su primera etapa en la academia.
El festín de gestos y piruetas conjuga lo clásico con la modernidad. Por otra parte, exhibe montajes concebidos en parte por Durán, que además es sobrina de la homenajeada y dio sus primeros pasos de la mano de Meléndez.
Resulta emotivo para la academia este tributo en el que se evocará un ovacionado montaje de Meléndez. Se trata de la pieza Delinda, hacedora de muñecas.
26 bailarinas de pre-ballet, primer año en el ballet e iniciación en la manifestación también harán gala de sus movimientos con Polka, la popular Danza de la flauta y el conocido Juego de colores.
Emotivo reencuentro
Posteriormente, tendrá lugar en la gala una sorprendente presentación de ex-alumnos de Meléndez. Después de meses de preparación, comentó Robert Mendoza, de Danzaré, se celebrará el acto con aproximadamente 15 bailarines que pasearon por las filas de la enseñanza de las academias de la artista honrada en esta ocasión.
“Con Legado de la danza se resalta el impacto que tuvo Leida Meléndez en muchas personas, que años después ya tienen sus academias. Siempre Leida transmitió valores para una formación cultural, forjó disciplina y le prestó importancia a la disciplina y la parte física”, explicó Mendoza.
Sobre la homenajeada
A los 8 años, Leida Meléndez incursionó en el mágico mundo de la danza bajo la tutela de la célebre Taormina Guevara. De ella heredó la disciplina.
En su juventud estudió la licenciatura en Danzas en la Universidad de Danzas de Caracas y posteriormente regresó a Barquisimeto para fundar Cascanueces y auspiciar otros movimientos, que hoy permanecen vigentes, gracias a su dedicación y constancia.