El circo y su comparsa

Resulta patético que en pleno siglo XXI cuando el avance científico, intelectual, social, económico y cultural en que se encuentra inmerso el mundo, se vea opacado en nuestro país, por focas aplaudiendo cual payasos al compás en que la carroza se desplaza.
En ella, el viejo Pretor al igual que en las comparsas de los circos devaluados pasados de moda, saluda y sonríe como reina de carnaval en la espera de recibir halagos, aplausos, sonrisas, el reconocimiento por la faena desempeñada en su trabajo.
Pero no, resulta ser que ese Pretor vetusto, parlanchín, carente de ideas, traicionó al pueblo que una vez lo eligió y creyó en el. Hoy a pocos meses de celebrarse una nueva escogencia que permita cambiar los destinos de esa joven Nación, vislumbra desde el horizonte un nuevo y joven Pretor cuyo mensaje de esperanza, optimismo, fe y unión ha calado dentro de su Pueblo, un mensaje divulgado a lo largo y ancho de la geografía patria en donde el transitar diario y constante ha permitido que los ciudadanos sin distingo de clase, credo y religión, atesoren esperanzas en ganas de construir un País digno, prospero, con seguridad y oportunidades de trabajo para todos.
Da risa, hasta tristeza, que los nobles súbditos del viejo Pretor cuyo erario público en abundancia han despilfarrado durante años, maquillen y adornen cual sarao deprimente las calles y avenidas del joven país por donde la carroza ha de pasar. Todo lo contrario ocurre con el novel Pretor que sin recursos económicos abundantes y súbditos postrados a sus píes camina por las estrechas y peligrosas calles de todas las ciudades de esa Venezuela abandonada, en donde el pueblo con hambre de esperanza lo ha recibido con beneplácito, con alegría, volcando su entusiasmo hacia la reconstrucción de una nueva nación, ese Pretor cuya contextura física quizás no impresione, no así su capacidad para sentir y discernir las necesidades reales del colectivo, lo mantienen como la opción más clara y firme para conducir a ese joven maltratado, País Venezuela a un puerto seguro.
Vamos todos a construir ese futuro. Vota, vota!