El venezolano Albert Bravo se frotaba los ojos para asegurarse que estaba bien despierto. No dejaba de sorprenderlo competir con atletas a los que antes sólo veía por televisión.
«Tenía a mi lado a uno de Jamaica (Jermaine Gonzales) que sólo había visto por video», dijo.
En sus primeros Juegos Olímpicos, Bravo se clasificó raspando a las semifinales a los 400 metros.
Aunque figuró quinto en su serie de la distancia con 45.61 segundos, ese marca le sirvió para entrar con el tiempo más lento del grupo de 16 semifinalistas.
«Estoy conforme», explicó Bravo, quien consiguió rebajar en 11 centésimas su mejor marca personal. «Me tocó una serie rápida. Salí fuerte, porque creía que era importante estar en cabeza, pero me mermaron las fuerzas al final».
Bravo luce un enorme tatuaje en el cuerpo que recrea al personaje de cómic «Iron man». Y ahora quiere el dibujo de los anillos olímpicos.
«No puede faltar ese tatuaje», aseguró.