Los 226.293 electores llamados a ejercitar el voto en el simulacro de este domingo 5 estarán por primera vez frente a dos elementos novedosos: la boleta y el Sistema de Autenticación Integrado (SAI).
La máquina de votación tiene a su lado una boleta electoral más grande, sin óvalos y dotado de pequeñas luces, que se encenderán cuando el elector escoja la opción de su preferencia. Igualmente se suma el SAI, dispositivo que verifica la identidad de los votantes a través de la huella dactilar.
Tras ser objeto de intensos debates, el SAI será probado por un grupo que representa 1,20% del universo de electores habilitados para ejercer el voto el 7 de octubre próximo.
La rectora del Consejo Nacional Electoral (CNE) Socorro Hernández ha dicho que este simulacro será un ejercicio “muy controlado”, por lo cual se requiere la presencia expresa de los electores inscritos en los 55 centros que abrirán, de 8:00 de la mañana a 3:00 de la tarde, en las capitales de todos los estados.
Además del dispositivo se valorará la transmisión de resultados en sus fases de recepción, transmisión y totalización de datos.
También se comprobará la logística de contingencia que se aplicaría el día de los comicios, en caso de fallas en el sistema. Se evaluará el desempeño de los operadores de máquinas, coordinadores de los centros de votación y del equipo técnico del centro nacional de contingencia, reseña una nota de prensa del CNE.
Aun cuando estas son pruebas importantes, el SAI centrará parte de la atención de los técnicos participantes del simulacro.
La inclusión del dispositivo al sistema de votación refuerza la premisa de un elector-un voto, por cuanto al verificar la identidad del elector a través de la huella se impide la usurpación o la intención de votar doble. Sin embargo, esta mejora supuso algunos cambios.
Se ubicó el cuaderno de votación al final de la llamada herradura de votación y se añadió una planilla de incidencia en caso de que al elector no se le reconozca la huella al hacer la verificación en el SAI.
En el simulacro se probará si estos electores que no sean reconocidos puedan cargar sus huellas en el SAI, continuar su paso por la herradura y al final llenar el documento de incidencia.
Se estudiaba que para estos casos la forma podría ser completada al pasar el SAI, pero esto supone que el elector salga de la cola, llene la planilla y luego vuelva a la herradura, situación que incidiría en el tiempo de votación, que actualmente se ubica en 1 minuto 5 segundos.
Deportes, no partidos
Aunque todo se dispondrá tal como para la elección del 7 de octubre, la boleta tendrá una variación y presentará, en lugar de los partidos políticos, 25 disciplinas deportivas, a propósito de la olimpiadas que se efectúan este año en Londres.
En simulacros anteriores se dio a escoger entre los tradicionales equipos de béisbol venezolano, Caracas o Magallanes, e incluso alguna vez se dio a escoger entre comidas tradicionales. La idea es que se haga un ejercicio de elección fuera del ámbito político, ya que esta es una prueba esencialmente técnica.
Para el proceso no serán convocados los miembros de mesa seleccionados en marzo de este año sino que serán los operadores del CNE quienes se encargarán de activar las mesas de votación.
Los interesados en conocer la dirección y los centros dispuestos para este simulacro pueden visitar la página web del CNE (www.cne.gov.ve) y ubicar la publicación titulada Centros de votación simulacro del 5 de agosto.
El simulacro del 26
Para el domingo 26 de agosto está previsto un nuevo simulacro, en el cual podrá participar el universo de electores llamados a votar en la presidencial. Para ello, el CNE prevé nuclear los centros que albergarán unas 5.000 máquinas de votación.
La información la dará a conocer en detalle la directiva del órgano comicial cuando se acerque la fecha.