Transitar por la derruida calle Padre Aular de Los Rastrojos es misión imposible, más los vehículos que se atreven a adentrarse a esta vía de postguerra se exponen a un daño costoso en el tren delantero.
Gerardo Camacho, habitante de la mencionada arteria vial, comentó que es esa una de las calles más transitadas de Los Rastrojos, y una de las que ha corrido la mala suerte de no ser tomada en cuenta por los gobiernos de turno.
Disputa política
Por otra parte, Camacho aseguró que la Alcaldía de Palavecino, “para olvidarse del asunto, entregó la calle al consejo comunal, quienes debían desde el 2010, gestionar los recursos”.
Las disputas políticas entre los miembros del consejo comunal han impedido se rehabilite la destartalada vía, sentenció Camacho durante el recorrido de EL IMPULSO por el sector.
Casas sí, calle no
Las disputas entre los miembros del consejo comunal alcanzan niveles asombrosos, refirió una vecina de la calle, “porque en vez de pelear los recursos para la calle, los representantes comunales se agarraron de los cabellos por un terreno para adquirir parcelas para familiares y amigos”.
“Son unos sinvergüenzas”
Asimismo, Ramón Adelis Ortiz, ex concejal de Palavecino y dirigente de la zona, acotó que los recursos para la reparación de la calle Padre Aular estaban aprobados “pero nadie sabe qué pasó, toda vez es un secreto sumarial de los miembros del consejo comunal”.
-Los concejales electos por este circuito son unos sinvergüenzas, apoyadores de la mala gestión del alcalde Richard Coroba, quien es nacido y criado aquí, y que ha dejado ocurran todas estas desventuras, sentenció el ex parlamentario municipal.
En total oscurana
Ramiro Ortiz, vecino de la calle 23 de Enero con Padre Aular, plasmó que en 600 metros de calle sólo hay tres postes de luz, “donde una vela alumbra más que los vencidos bombillos”.
Agregó con preocupación, que la penumbra ha contribuido al incremento de los hechos delictivos en la zona, situación expuesta tanto en Corpoelec, como en la alcaldía.
La nomenclatura vial está en decadencia, al igual que el servicio de Aseo Urbano, el cual acude a la comunidad cada dos semanas, al tiempo que los huecos en la Padre Aular se hacen más grandes y profundos, al margen de la atención oficial, sin mencionar que Hidrolara ha olvidado por completo tapar sus huecos.
Fotos: Luis Alberto Perozo Padua