Saquemos cuentas

Un señor que regenta una farmacia me llamó para mostrarme un papelito, donde tenía anotado el resultado final de las elecciones presidenciales del 7 de octubre próximo. La oposición: 8 millones 150 mil, y el oficialismo: 5 millones 340 mil. Le pregunté que quién le había sacado esa cuenta. Me dijo: “yo”. El señor no me dio ningún argumento técnico, ni me mostró ningún basamento científico como para considerar aquello como una premisa o una idea que se debe tomar como cierta para inferir que esa habría de ser la realidad; sin embargo, me dejó la duda y consideré que es conveniente que saquemos cuentas.
En esta ocasión no podemos abordar a las empresas de opinión pública que le toman el pulso al electorado, porque precisamente en estos momentos están haciendo su “trabajo de campo” en los diferentes estados del país y además, las encuestadoras no dan cifras como las que mostró el señor de la farmacia. Ellas le toman el pulso al comportamiento social, es como especie de una radiografía o un examen de sangre que bien utilizado, pueda ser por ejemplo, muy útil para un médico en cuanto al tratamiento que debe aplicar al paciente. No lo tomemos al pie de la letra, porque podemos pensar que es para un paciente real que existe. La idea es encontrar información valiosa que nos permita conocer lo verdadero y lo falso, lo real y lo imaginario, lo que sucede hoy y lo que podría suceder mañana.
Ahora, los números sí nos permiten sacar cuentas. La realidad es que el voto opositor muestra una tendencia de crecimiento constante. Entre las elecciones de la Enmienda Constitucional de 2009 y las elecciones parlamentarias de 2010, el voto de la oposición aumentó en 683 mil 807 votos, más de medio millón de votos se fueron para la oposición en menos de un año. Y el crecimiento registrado entre las elecciones presidenciales de 2006 y las parlamentarias de 2010, fue de 1.556.574 votos, o sea, más de millón y medio de electores se pasaron a la oposición, arrojando en el de 2010 el siguiente resultado electoral: Oposición, 5.877.646 (51,88%) y el Oficialismo, 5.451.422 (48,12 %).
Han pasado dos años y actualmente la situación es más difícil para el oficialismo. La incertidumbre sobre la enfermedad del Presidente, ha creado un ambiente de indecisión que podría estar perjudicando su candidatura a la reelección, además de haber perdido apoyo en el estado Monagas con la salida del Gobernador Briceño y todos sus partidarios, entre ellos diputados y alcaldes de ese importante estado. En el resto del país al oficialismo se le abrió un boquete por donde están saliendo los indecisos que pasaron en los últimos días de 22 a 30 por ciento. No podemos adelantar cómo se contabilizará esta situación, pero si tomamos en cuenta el compromiso de la oposición de llevar a votar dos más y la conexión emocional que se ha producido entre Henrique Capriles y la gente, podemos entender que el señor de la farmacia puede tener razón.
Además, podría ser tan acertado su cálculo que ti tomamos en cuenta el actual número de electores inscritos que está por el orden de los 18.900.555 votantes y la abstención se calcula entre 25 y 30 por ciento, el número de votantes estará entonces entre 13 y 14 millones de electores. Y el señor de la farmacia dice que serán 8 millones para la oposición y 5 millones y medio para el oficialismo.
Entretanto, como para cerrar las cuentas, los técnicos de la oposición realizaron una revisión minuciosa que llamaron “autopsia electoral”, donde sacan las cuentas de las últimas 4 elecciones y dictaminaron que hay 5.580 centros de votación a los que se debe poner especial atención, porque allí el oficialismo actuó a sus anchas. Eso representa el 17 % del total del padrón electoral, es decir, hay 3.289.068 electores en esos centros. Para proteger los votos de esos tres millones y tanto miles de electores, irán los mejores testigos y los mejores coordinadores de centros de votación, los cuales ya están siendo entrenados. El farmaceuta como que tiene razón.