Rubén Limardo Gascón escribió una nueva página en la historia del deporte venezolano. El bolivarense se colgó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, tras vencer en la final de la espada masculina al noruego Bartosz Piasecki en la sala de armas ExCel de la ciudad londinense.
Limardo, ese que en los eventos de corte nacional afronta sus asaltos con la mano derecha levantada y el dedo índice alzado -en señal de ser el número uno-, regaló una nueva alegría al pueblo venezolano, ávido de noticias positivas.
El criollo se impuso en la final con pizarra de 15-10 frente al atleta europeo, en una justa que afrontó con gallardía y compromiso, pero sobretodo con la convicción de creerse capaz de lograr el objetivo.
La estrategia fue marcada desde el comienzo del combate: esperar el ataque del rival para responder velozmente con contraataques letales y certeros. El primer tiempo culminó 4-3 a favor del venezolano, aunque en par de ocasiones estuvo en desventaja.
El segundo parcial fue todo para Limardo. El oriundo de Ciudad Bolívar marcó cuatro toques seguidos para ponerse al frente 8-3.
Finalmente, en el último parcial, con el marcador 12-6, Limardo marcó dos veces para ponerse a tiro de la presea dorada, pero la ansiedad le jugó una mala pasada y el noruego Piasecki descontó con cuatro puntos seguidos para recortar la diferencia 14-10.
Su entrenador – Ruperto Gascón- lo incitó a utilizar la cabeza. Acto seguido, Limardo logró el punto decisivo y estalló en júbilo.
Tras la victoria, recorrió todo el lugar, se colocó la bandera tricolor sobre sus hombros, abrazó a su entrenador y saludó a todos sus familiares y compañeros de equipo en las gradas del recinto deportivo.
En su transitar por la competencia, Limardo le ganó en ronda de 32 a Ayman Fayez (Egipto) 15-13, luego, en ronda de 16, dejó en el camino al suizo Max Heinzer 15-11.
En cuartos de final le ganó al italiano Paolo Pizzo -uno de los favoritos de la justa- con marcador de 15-12, mientras en la ronda previa a la final vivió su combate más reñido contra el estadounidense Seth Kelsey, a quien venció en tiempo extra con un toque espectacular que le permitió imponerse 6-5.
Limardo Gascón consiguió la segunda medalla de oro en Juegos Olímpicos, desde que Francisco “Morochito” Rodríguez la ganó en los juegos de México 68. Es la tercera si se toma en cuenta la dorada alcanzada por Arlindo Gouveia en Barcelona 92, cuando el taekwondo era exhibición.
Pasaron 44 años para que volviera a sonar el himno nacional en la máxima cita deportiva universal. Limardo logró algo que pocos consiguen en estos tiempos: unir a todo un país para celebrar un logro deportivo.
Con su victoria, el venezolano emuló a Ramón Fonst (Cuba), quien ganó oro también en espada en 1900 y 1904. Ningún latinoamericano había ganado desde entonces.
El oro de Limardo fue el segundo de Suramérica y el primero de Latinoamérica en la cita londinense.
Fotos: AP/Reuters