En el día de ayer se produjo la tentativa de una renuncia masiva de médicos especialistas del Hospital Central Universitario “Dr. Antonio María Pineda”.
La dimisión de especialistas en anestesiología, cirugía, gineco-obstetricia y medicina interna conllevaría a la paralización de las áreas de consulta externa, hospitalización, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas de carácter electivas.
Esta situación se traduce en que el primer centro dispensador de salud de la región centroccidental, se convertiría en un hospital de guerra, pues sólo se atenderían casos de emergencia.
Entre las causas que condujeron a los médicos especialistas a tomar esta medida, figura que el Ministerio del Poder Popular para la Salud no contrata mediante codificación para cargos fijos, sino que hace uso de contrataciones flotantes, los sueldos no pasan de Bs. 2.000 a 3000 mensuales y son cancelados por diferentes organismos, entre ellos IVSS, Ipasme y Min Salud.
Desde el año pasado no se han pagado guardias y los bonos nocturnos; lógicamente el proceso inflacionario los hace buscar nuevos caminos para sobrevivir en el ejercicio de la profesión médica.
Esta situación es debido a la confrontación político partidista entre el gobierno nacional y regional, con la anormal situación que muchos insumos al hospital son suministrados por un organismo paralelo del Ministerio de Salud como es Barrio Adentro.
Todo esto es debido a la destrucción de la institución hospitalaria en todo el país.
Diferentes sectores de la sociedad larense están instando a que se tome conciencia del problema que la salud no tiene color.
Dada la gravedad del problema la directora de salud se trasladó a Caracas para hablar con la ministra Sader, a fin de que esta confrontación se resuelva para el bien del pueblo de Lara.
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