Toca el turno de la contrarreloj, la última prueba de la ruta. El caraqueño Tomás Gil aparece como el único venezolano inscrito y su objetivo es terminar dentro de los 20 primeros, además de estar por encima del colombiano Fabio Duarte y el brasileño Magno Nazaret, los otros latinoamericanos que intervienen en la cita.
Gil es el segundo en el orden de salida y comienza a rodar a las 8 y 36 de la mañana, hora venezolana, en un tramo de 44 kilómetros con predominante terreno plano. En total, son 37 los pedalistas anotados, quienes clasificaron según el ranking de la Unión Ciclista Internacional (UCI).
El venezolano, cuatro veces campeón nacional de la especialidad, acumula varios podios en competencias de la región (Panamericanos, Centroamericanos y Suramericanos), pero su rendimiento -sobresaliente para competencias locales, pero rezagados para eventos de primer orden- está lejos aún de “galácticos” como el británico Bradley Wiggins, el alemán Tony Martin y el suizo Fabian Cancellara, en ese orden, los candidatos a pelear por la medalla de oro.
No es desestimar las condiciones del criollo, ni hacerlo ver como un ciclista del montón. Es, en todo caso, ser realistas, decir cuáles son sus verdaderas posibilidades. De sus capacidades nadie puede dudar y lo demostró en la prueba de fondo, en la que completó el recorrido de 250 kilómetros, al llegar a la meta con el mismo grupo de estelares como Mark Cavendish y Tom Boonen, pero en la contrarreloj las distancias son mayores, priva el esfuerzo individual y no el grupal, y es mucho más difícil estar a la par de los consentidos.
Gil, perteneciente al equipo Androni Venezuela, se midió con los grandes en la crono del mundial pasado, celebrado en Copenhague, y terminó en el puesto 54, a poco más de seis minutos del primer lugar. Aquella vez, en un trayecto de 46 kilómetros, dos más que en la cita olímpica, el caraqueño detuvo el reloj en 1 hora y 36 segundos, para rodar a un promedio de velocidad de 45 kilómetros por hora, una media que no es mala, pero que termina siendo muy inferior a la de un estelar de la prueba como Tony Martin, ganador de ese mundial con crono de 53:43 (51.813 el promedio de velocidad).
Pero -repetimos- Martin es de otro mundo, al igual que Cancellara y Wiggins, por lo que no deben ser tomados como referencia para el venezolano.
Gil le apuesta a estar dentro de los 20 primeros y lograrlo será tener una actuación más que decorosa. A su favor juega el hecho de que el terreno es llano y la distancia es superior a los 30 kilómetros, el tipo de pruebas en la que mayor rendimiento suele tener.
Una carrera dura
Tomás Gil sabe lo que le espera y por eso no titubea al señalar que la crono individual “va a ser muy dura”.
“Es una carrera súper dura, es individual, es una de las que más me gusta, donde siempre me ha ido bien. Tú vas a tope todo el tiempo, tratando de administrarte un poquito para el final. Es una prueba muy dura, hay un gran número de competidores de gran nivel”, señaló el campeón nacional en una nota del ministerio de Deportes.
“Trataré de entrar entre los 20 primeros y voy a ir a disfrutar la carrera. Lo que sí es verdad es que lo logre o no, sé que voy a dar todo de mí”, agregó el corredor de 35 años.
La crono cierra el capítulo de la ruta y le da espacio a la pista -desde mañana- una especialidad en la que Venezuela alberga esperanzas de cosas importantes.
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