Con la elegancia que le ha sido clave desde su juventud y una alegría particular, “La Flaca” -como es conocida cariñosamente- estuvo en Barquisimeto hace unos días y lo que derrochó fue simpatía pura.
Carmen Victoria Pérez, esa emblemática animadora que ha sido sinónimo de garbo y buen vestir desde hace algo más de cuatro décadas, accedió a rememorar su vida en el acostumbrado desayuno – foro de EL IMPULSO, donde compartió las más alegres anécdotas de su vida tras bastidores.
Detrás de aquella mujer que durante años presentó el Miss Venezuela e importantes premios como el Ronda, Meridiano y 2 de Oro, hay una extensa lista de travesuras que siempre arrojaron como indicativo una especial curiosidad por la fama que, sin duda, la tocó para siempre.
Aunque alejada de la pantalla, hoy su voz se encuentra intacta en la memoria colectiva de los venezolanos y donde quiera que llega con sombrero y anteojos, es reconocida con sólo articular palabra.
Con ese timbre de voz y desenvoltura culpable de su éxito, contó cómo fue que llegó a ganar espacio en la televisión.
De antemano La Flaca advirtió que no había preguntas delicadas, sino respuestas.
El dolor de cabeza de los Pérez
Carmen Victoria Pérez, nacida en la parroquia San José de Caracas, se confesó mala estudiante desde niña, amén del dolor de cabeza de sus padres, quienes tuvieron que pasar por “la vergüenza” de que su hija fuera expulsada del Colegio Santa Teresita del Niño Jesús y terminara en una institución pública, hecho que si bien significaba un castigo, la había llevado a una de las mejores casas de estudios de la época, cuna de importantes políticos, pensadores y personajes de la vida pública.
Pero eso no fue suficiente. La inquieta Carmen Victoria apenas aprobaba tres materias: aseo, acto cultural y castellano.
“Una vez saqué cero en la boleta y yo para que mi papá no me regañara le puse un uno adelante”, dijo entre risas la querida animadora que recordó de inmediato los severos castigos de sus padres y su necesidad de convertirse en una mujer independiente.
A los 15 años una discusión familiar le hizo prometer que no volvería a pedirle dinero a su padre, por lo que decidió inscribirse en una academia de secretariado comercial y dos años más tarde tenía su primer empleo. “Ahí se volteó la tortilla y la mitad de mi sueldo se la daba a mi mamá”, dijo.
Llegó el éxito
Su primer empleo fue en el Banco de Venezuela y más tarde logró ocupar un puesto en la General de Seguros, donde sus compañeras de trabajo la postularon a Miss Oficinista, un concurso que realizaba la Cadena Capriles y en el cual resultó ganadora entre 145 mujeres.
Allí comenzaron los desfiles, cocteles, regalos, maquillajes de la época y esa curiosidad de ir más allá, tanto que un día se le ocurrió ir a un casting en el que Renny Ottolina buscaba bailarinas para su programa de televisión.
Confesó que para asistir mintió en el trabajo asegurando que iría a una cita médica. Pero el invento no valió de mucho en el momento, ya que luego de haber sido aceptada en la selección de talentos, sus padres la hicieron decidir “entre la casa o la calle”.
Sin embargo, luego se convirtió en la asistente personal de Ottolina, uno de sus más grandes maestros. Ya en RCTV se dejó colar entre la plantilla de actores y más tarde sacó su certificado de locución.
Tras sus pininos llegó a ser animadora del Miss Venezuela durante diez años, disfrutando de aquella época de oro del concurso, en la que había presupuesto para grandes producciones.
-Pero, ¿Cómo ve Carmen Victoria el Miss Venezuela en la actualidad?
-¡Fatal! Pero es por una cuestión de presupuesto que ha arrojado cambios en la producción. Yo personalmente creo que Joaquín (Riviera) está cansado y sobre todo de que lo restrinjan por falta de dinero (…) además los tiempos han cambiado, Venevisión tiene otra actitud.
-¿Qué aprendió de Joaquín Riviera?
-Mucho. Creo que es una persona irrepetible (…) mi vida ha dependido de tres hombres: Renny Ottolina, Aldemaro Romero y Joaquín Riviera. En conclusión, tengo una formación extraordinaria, de los tres.
-¿Cuál es la clave para mantenerse durante tanto tiempo en la pantalla?
-El secreto es no creerte diva, porque el divismo crea flojera y falta de conciencia. Yo nunca me creí nada pese a haber tenido una intensa figuración.
-¿Qué animadoras le merecen su admiración?
Es que presentadoras hay muchísimas, unas buenas y otras muy malas. Lo que sí curiosamente no existe en demasía son animadores, pero Nelson Bustamante y Luis Olavarrieta tienen un gran potencial.
-¿Cree que el venezolano valora más los talentos extranjeros que los nuestros?
-Siempre he creído eso. Ahora tímidamente vamos cambiando gracias a que los jóvenes están valorando lo de ellos mismos.
Vestida con el tricolor nacional
Carmen Victoria Pérez se confiesa vestida con el tricolor nacional. Ama su país y lo hospitalarios de los venezolanos. Quiere un cambio y así lo hace saber a través de las redes sociales. Desde hace un tiempo se le ve activa en su cuenta de Twitter @CamenVictoria (Sí, sin la R).
-¿Hay un camino?
-Si nosotros queremos sí. Hay que salir de esto, sobre todo con el apoyo de los jóvenes.
-¿Qué opina La Flaca del flaco Capriles?
– Creo que tiene una serie de condiciones, sobre todo que tiene a su favor la mayoría del pueblo porque la mayoría de los venezolanos tienen menos de 30 años, entonces él está resuelto.
-¿Qué desea para Venezuela?
-Deseo la mayor prosperidad, sobre todo para la gente joven, que todos puedan tener una estabilidad personal profesional, salir tranquilos a la calle, que tengan libertad plena.
En tierra guara
La animadora que tenía al menos ocho años sin venir a Barquisimeto, aseguró que tiene muchos recuerdos noctámbulos de esta ciudad, ya que siempre tuvo amigos que la invitaban a diversas actividades y cocteles. Aseguró que José Ricardo Medina, actual director de relaciones interinstitucionales de la Escuela de Artes Plásticas Martín Tovar y Tovar, es uno de esos culpables de las fiestas hasta las cuatro de la madrugada.
“La hospitalidad del barquisimetano no tiene parangón,”, dijo Carmen Victoria, quien describió a la tierra de los crepúsculos como una ciudad cargada de valores y un especial afecto por la cultura.
Sinónimo de elegancia
Carmen Victoria Pérez siempre ha sido sinónimo de elegancia, por lo que en esta cita no pudimos dejar de preguntarle sobre su opinión de la mujer venezolana en cuanto a moda y estilo.
Sin pensarlo dos veces, la respuesta fue sincera. “Me parece que hoy día las venezolanas se visten de terror, porque si una mujer tiene que cumplir muchos roles en el día que se vista con un buen taller o una bonita combinación de pantalón y camisa, pero las veo muy mal vestidas, mucho disfraz”.
“Hay algo que no entiendo y es ese toque de vulgaridad en algunas mujeres que tras la cirugía parece que van a explotar”, dijo con cierto desparpajo.
Aseguró que para lucir siempre elegante hay métodos sencillos, haciendo referencia a Carolina Herrera. “Ella es una mujer que tiene 73 años y sabe que una falda negra con una blusa blanca y unos zarcillos de perlas siempre la harán lucir radiante (…) además le admiro ese signo de elegancia desde que pasó los 40 y usa el cabello cortico”.
Twitter foro
A través de la red social Twitter, los seguidores de @elimpulsocom formularon sus preguntas para Carmen Victoria Pérez.
-@Guarosmic ¿Cuándo vas a volver a la TV con un programa?
-R: Creo que para el siglo XXII (Risas). Yo creo que lo más conducir mi propio programa como Productora Nacional Indepen-diente y así aplicar todo lo que me enseñó Renny Ottolina, pero tenemos que esperar a que los tiempos cambien un poco, me encantaría que fuera en RCTV o en Venevisión si cambian un poco los vientos podría presentar mi propuesta, pero no es el momento, hay que esperar.
-@Nandacartier88 ¿Qué es lo que más extrañas de estar en pantalla?
-R: En este momento nada, lo digo de todo corazón, si estuviera a un ápice de extrañar la pantalla no estuviera fuera de ella, porque para sufrir me quedo.
-@55gabyperez ¿Qué te falta por animar?
-R: Más que animar sería conversar con Oprah Winfrey y sostener una conversación no sé si yo de invitada o ella de invitada porque me parece muy interesante. Debo confesar que como profesional me siento realizada, no tengo frustraciones, tuve oportunidad de salir al exterior, de hacer buenos programas y de ganar gran cantidad de premios.
Fotos: Billy Castro
