El peligro de crear normas de convivencia

Des de hace mucho tiempo, las cosas en Venezuela han cambiado. Por un lado, la justicia no sirve, ni funciona. Y, por el otro lado, se le irrespetan y se le violan los Derechos a los ciudadanos, en especial a las víctimas. Los códigos de convivencia funcionarían, a la casi perfección, si la justicia estuviera a su lado, pero ambas están completamente divorciadas.
Voy al grano, recordándoles uno de tantos casos, en que un habitante de la Urb. Hacienda “Yucatán, vía a Duaca, estuvo a punto de perder la vida de manos de otro habitante, mediante unos disparos efectuados a la media noche en su residencia, por el sólo hecho de haber construido o colocado, unos reductores de velocidad o policías acostados, porque pasaban conductores a exceso de velocidad, incluyendo al agresor.
Esta víctima conformaba la junta de condominio y en mutuo acuerdo, todos tomaron esta decisión. Y, luego, ¿Qué pasó? El herido al quirófano con todos los problemas que vienen detrás, después de recibir tres tiros. Como curiosidad, los vecinos lo dejaron sólo, le dieron la espalda, nadie se ocupó del problema. Y, si nos vamos a la justicia, ¡peor¡ Viene la impunidad, el retardo procesal, el victimario en su casa viviendo mejor que antes, porque en Venezuela, el delincuente es el toñeco de la justicia, el protegido, el intocable, el consentido, el beneficiario.
¿Por qué? Ustedes tienen la respuesta. Los delincuentes se burlan de la justicia, y los encargados de velar por que se cumpla, simplemente se hacen los ciegos, sordos y mudos, sin saber que un delincuente es un cuchillo para su propio cuello. Pues bien, una vez enterados de una pequeña parte de esta historia, les pregunto, ¿Están ustedes dispuestos a conformar una junta de vecinos, una asociación civil, una junta de condominio o como se le quiera llamar, para buscarle soluciones a los demás?
Usted tiene la respuesta. ¿Con esta justicia tan mala, malvada, maligna, malévola, depravada, inicua, dañina, y perjudicial que tenemos, se atrevería a participar o conformar una asociación para beneficio de su comunidad? Usted tiene la decisión. Otros, a lo mejor, no se atreverían por experiencia, incluyendo a la víctima protagonista de este relato, quien por cierto, se tuvo que mudar, porque, unos sicarios lo andaban buscando para rematarlo, ¡qué tal¡ ¡Cómo les quedó el ojo¡ Muchos no saben tolerar, las herramientas de resolución de conflictos son múltiples, pero a la hora de la verdad se escapan de las manos de quienes pasan a ser víctimas de una comunidad.
Ahora bien, decir las cosas, hablar muy bonito frente a una comunidad resulta muy bien, mientras no sea a usted, la persona, que le ha sucedido un problema como el contado. Pero, si le llegara a suceder un problema igual o peor, le aseguro, que otro gallo cantaría, pensaría y actuaría diferente. Lo envuelve el miedo, lo persigue la muerte y las ganas de aquel luchador social, muchas veces desaparece, por culpa de la gran injusticia que vivimos. Si nos vamos a la Ordenanza de Convivencia Ciudadana y Sanciones de Infracciones Menores, en su primer artículo nos habla de su propósito de educar y formar al ciudadano para la adopción de una conducta que contribuya a mejorar la calidad de la convivencia ciudadana.
Si se pusiera en práctica, a lo mejor, muchas cosas buenas se lograrían, pero a nadie le interesa que otros vivan bien y con reglas. Es decir, no se cumple. Ninguno de los artículos que aparecen en esta ordenanza, se cumplen, solo fueron hechos para ser aplicados en otro planeta. Aunque se pongan sobre la mesa las reglas de juego siempre habrá alguien que no las comparte. Muchas veces, la prefectura ni se entera de los graves problemas que se suceden en las comunidades, porque el Consejo Comunal protege a los delincuentes. No levanta actas para sus respectivas sanciones.
En conclusión, donde está o queda, lo que reza el dicho “tus derechos terminan donde comienzan los de los demás”. La propia mentira, engaño, embuste, farsa, falsedad, cuento, ficción e invención. ¿Quiere colaborar con mi comunidad, donde ni la policía puede entrar y es un pueblo sin ley? Amén de Yucatán. Bienvenida.