A escasos meses de las elecciones presidenciales, mayores son las dudas que las certezas en torno a los resultados que obtendrán los contendientes a la silla presidencial.
De visita en EL IMPULSO el politólogo y director de Polity, John Magdaleno, aseguró que la participación del candidato oficialista en la campaña electoral no despeja la incertidumbre sobre su estado de salud. “Este es un tema delicado, sobre todo ante la posibilidad de una victoria del presidente Chávez. El pronóstico que ofreció el Doctor Navarrete indica que su condición de salud está muy deteriorada, por lo cual su posibilidad de vida es de apenas dos años y medio. La incertidumbre en este tema continúa vigente aunque esté participando”.
A juicio del politólogo, la visita casa por casa que emprende el candidato de la Unidad, Henrique Capriles Radonski, puede generar resultados positivos. Sin embargo, la pregunta sigue siendo si su propuesta logra atraer con fuerza a quienes aprueban ciertas estrategias sociales del presidente Chávez, pero adversan su carácter autoritario. “A este grupo lo llamamos los no alineados. Son individuos biconceptuales porque aprueban las misiones, los programas sociales, pero están en contra de la actitud autoritaria de Chávez.Reconocen sus aciertos, más desaprueban los problemas que no han sido resueltos como inseguridad, desempleo, las alianzas con Fidel Castro, la donación de recursos a otros países, entre otros elementos”.
En este contexto, la participación de los no alineados definirá el triunfo delas elecciones presidenciales. “Los 7 millones de votos que logró Chávez en el 2006, jamás habrían podido obtenerse sin la participación de los no alineados”.
Explicó Magdaleno que en esta oportunidad, el sector oficial cuenta con menos estrategias para captar la atención de este grupo de electores. “Tras 14 años de gestión, es más difícil consolidar la preferencia de los no alineados. Hemos notado que la campaña del Presidente no parece estar dirigida a este grupo sino a reforzar la predisposición electoral de quienes ya son chavistas”.
La agitación, un mal signo
Para garantizar una sensación de bienestar en la población, el Gobierno nacional acudió al endeudamiento. Sin embargo, el excesivo gasto público no ha logrado mitigar el impacto de la inflación, la inseguridad y el encarecimiento de la vida. “Si las cosas empeoran en el barrio, en la comunidad, en la ciudad o el país, se incrementa la demanda de cambio político. El Gobierno sabe que tiene una gran amenaza desde hace mucho tiempo con la inseguridad y el desempleo. Con los ingresos petroleros ha intentado neutralizar los efectos de esta situación, pero sigue teniendo serias dificultades porque la mayoría de los nuevos puestos de trabajo no vienen del sector privado”.
En este sentido, las cuantiosas ganancias obtenidas por los precios del petróleo y la comunicación política son las herramientas básicas de la revolución. “El triunfo de de los candidatos dependerá de los no alineados”.
Foto: Billy Castro