Caminito que un día
El crecimiento de Barquisimeto en la primera mitad del siglo veinte, interrumpido hacia el Sur por los accidentes naturales de su geografía, toma hacia el Norte los terrenos casi vírgenes de la sabana. Así es que, tomando en cuenta esta perspectiva, el presidente del Estado Lara, general Lino Díaz, hijo, el 24 de julio de 1939 decreta la construcción de una avenida que denomino “Concordia” la que, partiendo del parque Ayacucho se extendería 1900 metros al Norte hasta el sitio denominado El Cardonal (hoy intersección de la calle 42 con avenida Libertador); desde allí, en dirección Este, hasta el sitio llamado Cruz Blanca, extendiéndose por 2700 metros, con 900 metros más hasta llegar a la avenida José Félix Ribas (hoy avenida 20), una especie de zeta, posible entonces dado que por donde se construiría dicha avenida era, en su mayor parte sabana despejada o con poca presencia humana.
En dirección Oeste, desde El Cardonal hasta el comienzo de las carreteras que iban a El Tocuyo y a Carora, llevaba el nombre de carretera Trasandina, construida con este nombre en el gobierno de Juan Vicente Gómez. Desde la Cruz Blanca hasta donde hoy se encuentra el monumento al Sol Naciente, se extendía una carretera que, derivando al Noreste, iba a Yaritagua y haciéndolo al Sureste, caía a la actual avenida Lara y de ahí, al Este, conducía a Santa Rosa y Cabudare.
La laguna Patarata guarda cierta relación con estas vías que se abren al norte de la ciudad, atendiendo a su desarrollo y quizás por eso mismo el diario El Impulso, en su edición del primero de abril de 1940, solicitaba la desecación de este depósito natural de aguas que, según informaba “…ha sido siempre un recurso efectivo para este pueblo [de Santa Rosa], aunque allí es la única parte donde los animales domésticos que forman la humilde riqueza de sus moradores, calman la sede, y es en la laguna de Patarata donde en tiempos de verano se encuentra el recurso del agua para lavar la ropa, dando por tal actividad míseras entradas monetarias a las personas pobres que a sus hijos sostienen con tan improductivo trabajo”.
Lo de su eliminación debió ser una reclamación colectiva pues ese año se inició su desecamiento basándose las autoridades en el hecho de haberse producido una epidemia de fiebre causada por su existencia.
Este mismo año, por gestiones del Concejo Municipal, presidido por el señor José Francisco González ante el Ministerio de Sanidad, se instalaron unos hornos crematorios de basura de Barquisimeto al Norte de la avenida Concordia, cerca de los terrenos ocupados ahora por el Estadio Chino Canónico donde habían funcionado unos quemadores hasta donde iban las carretas con la basura de la ciudad. Luego de instalado en Barrio Unión este crematorio se adquirieron unos camiones para sustituir dichas carretas. El moderno sistema de cremar la basura barquisimetana se inauguró en 1941 presidiendo el Concejo el señor Rafael Ramón Guillén.
Desde 1891 funcionaba el Gran Ferrocarril Bolívar que hacia parte de su recorrido por la sabana barquisimetana hasta su estación en esta ciudad situada en los terrenos que hoy ocupa la catedral al norte de la avenida Venezuela. Funcionó este ferrocarril, propiedad de una compañía inglesa, hasta 1943 cuando el gobierno nacional decretó su expropiación.
Talvez podría documentarse cómo en los terrenos vecinos a los rieles del ferrocarril se establecieron viviendas o fundos para la agricultura y la cría pero la idea queda para otras ocasiones.
Para 1944 ya el bosque de Bararida, decretado por Sigala ofrecía atractiva vegetación para la creciente población pero para su mantenimiento debió dotársele de agua: el 26 de enero de ese año, entra en funcionamiento un pozo artesiano y molino correspondiente para extraer el líquido vital destinado al parque cuyo acondicionamiento se había dispuesto por resolución gubernamental del 30 de noviembre de 1939.
Para 1945 ya el perímetro norte de Barquisimeto formado por la avenida La Concordia es rebasado por el Barrio La Cruz erigido ese año con el barrio San Jacinto, de mayor antigüedad, al Este por sus calles 01 y 02A; al Oeste, la quebrada llamada Malecón y al Sur, la avenida La Concordia.
Al Sur de esta avenida se levantaron barrios como el llamado “Simón Rodríguez”, seguramente tomado el nombre de la avenida que así se llamó hasta 1964. Los límites de este barrio, donde hacia 1856, funcionó el cementerio para enterrar a las víctimas del cólera que azotó ese año a Barquisimeto, son: Norte, la actual avenida Libertador; Sur, carrera 24; Este, avenida Rómulo Gallegos; Oeste, calle 51.
Al Sur de esta avenida surgió El Malecón, derivado su nombre del depósito construido por la compañía de ferrocarril para proveer de agua a los trenes. El Sur de este barrio es la carrera 31; el Este, la nueva avenida “Simón Rodríguez” y el Oeste, la calle 33.
Posiblemente sea El Japón uno de los más antiguos barrios que nacieron al Sur de la avenida Concordia. Tomó su nombre de un equipo de beisbol, famoso por los años 30 del siglo XX que estaba situado desde la calle 30 hasta la 37.
Constaba de dos sectores, y los límites siguientes: Norte, avenida La Concordia; Sur, avenida Venezuela; Este, calle 37; Oeste, avenida Rómulo Gallegos.
La Panamericana generó la mayor extensión de la ciudad hacia el Norte. Así se verá.