Este lunes en horas de la mañana, el expresidente, Fernando Lugo, compareció ante la Fiscalía para declarar sobre una reunión, donde el canciller Nicolás Maduro, aparentemente arrengó a los jefes militares para que dieran su apoyo al actuac
El expresidente paraguayo Fernando Lugo compareció hoy ante la Fiscalía para declarar sobre la reunión en la que el canciller venezolano, Nicolás Maduro, supuestamente arengó a los jefes militares para que apoyaran al entonces gobernante.
Lugo acudió a la sede del Ministerio Público, en Asunción, para prestar declaración ante las fiscales Stella Mary Cano y Raquel Brítez, que tienen a su cargo la investigación del caso, denunciado por la ministra paraguaya de Defensa, María Liz García.
El exmandatario, que fue destituido a través de un “juicio político” parlamentario y sustituido en el cargo por el vicepresidente del país, Federico Franco, el 22 de junio pasado, concurrió a declarar luego de que lo hicieran con anterioridad sus exjefes castrenses y principales colaboradores.
Una fuente allegada a Lugo dijo a Efe que el exobispo no hablará ante la prensa sobre el caso investigado y que viajará el jueves próximo a Brasil para proseguir con su tratamiento periódico contra el cáncer linfático que le detectaron en agosto de 2010.
La ministra de Defensa denunció que Maduro había mantenido una reunión con la cúpula militar paraguaya el 22 de junio, cuando Lugo era sometido a juicio político por el Parlamento, y que “arengó” a los militares para que se mantuvieran leales al jefe de Estado.
Según declaraciones de las fiscales del caso, los entonces jefes castrenses dijeron que se vieron sorprendidos por la llegada del canciller venezolano y otros diplomáticos para una reunión.
Maduro les advirtió de las “graves consecuencias internacionales” que tendría una destitución de Lugo, pero no hubo arenga ni se les instó a sublevarse para defender al destituido mandatario, expresaron las fiscales sobre el testimonio de los generales.
El ministro venezolano se encontraba en Asunción como parte de una misión de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que acudió a mediar en la crisis política abierta con el enjuiciamiento a Lugo.
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