“Aquí llegaron como veinte policías en motos y como diablos se metieron por el callejón hasta abajo y a patadas rompieron las puertas y después revolvieron todo, y no sabemos si se llevaron algo”, dijo una de las vecinas del barrio Negro Primero, al noreste de Duaca, al referirse a la actuación de un piquete policial en el sector.
Ella prefirió no identificarse por precaución, pero, igual que otras vecinas, dijo que “esos policías andaban como locos”.
Mientras la comunidad colocaba afiches de bienvenida al gobernador Falcón, el piquete de uniformados motorizados ingresó violentamente hasta llegar a dos viviendas, una propiedad del albañil Ismael Montilla, cuya puerta principal destrozaron para ingresar a ella.
“No dijeron nada, no mostraron ninguna orden de allanamiento, no sabemos qué buscaban. Lo único que sabemos es que fue un abuso lo que hicieron”, manifestó otra de las residentes en el sector.
Una vez los uniformados se marcharon del lugar, los vecinos llamaron a Montilla para informarle lo que había ocurrido en su casa.
Cuando llegó pudo ver cómo la puerta principal fue arrancada de cuajo, incluso desprendieron algunos bloques, y luego revolvieron las camas y todo lo que encontraron a su paso.
“Yo no sé lo que andaban buscando porque no estaba aquí, estaba trabajando. Lo único que sé es que se metieron a la fuerza, sin ninguna orden judicial, causaron destrozos en toda la casa. Yo no soy ningún delincuente, lo único que hago es trabajar”, dijo Montilla mientras observaba la forma como quedaron las dos habitaciones de su humilde vivienda.
Todos coincidieron en que se trataba de agentes llegados de Barquisimeto.
Tanto él como sus vecinos esperaban que el gobernador pasara por el sector hacia el tanque ubicado en la parte alta para tratar de hablar con él y denunciar lo que calificaron como una irregularidad.
Por otra parte, este viernes Duaca prácticamente fue tomada por la policía uniformada durante toda la mañana, descociéndose si se trataba de un operativo contra la delincuencia o solo se debía a la presencia del mandatario rergional.
Igualmente, en varios sectores de la carretera había puntos de control en los que, de manera selectiva, se chequeaban choferes, pasajeros y vehículos.
“Ojalá el gobernador viniera con más frecuencia a Duaca para tener suficientes policías y de esa manera mantener a raya a los atracadores que nos tienen azotados desde hace tiempo”, manifestó un mototaxista.
Fotos: Elías Rodríguez