La Organización de Estados Americanos (OEA) confía en que el Gobierno de Venezuela no consuma sus planes de retirada de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), anunciados tras un fallo contrario a Caracas emitido hace una semana.
“Yo espero que (Caracas) no lo haga. Sería una pena que Venezuela se convirtiera en el único latinoamericano que no es miembro de la CorteIDH o que no la reconoce”, dijo hoy a Efe el secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza.
Hace dos días el ministro de Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció que la salida del Sistema Interamericano de justicia de Venezuela era ya “una decisión de Estado” tras un fallo sobre un individuo acusado de terrorismo por Caracas desfavorable al país sudamericano que lo consideró “aberrante”.
En entrevista durante una visita a México para participar en la XVIII Reunión Plenaria del Círculo de Montevideo, que durante dos días está reunido en Ciudad de México, el chileno Insulza explicó que todavía no se ha “recibido nada” de Caracas con la petición oficial pero dijo que la notificación era “inminente”.
Por ello aprovechó para hacer un llamado a que “ojalá esto no se concrete”.
El procedimiento de salida implica denunciar la Convención Americana de Derechos Humanos, también conocida como el Pacto de San José, un trámite que dura un año, y convertiría a Venezuela en el único país Latinoamericano en dejar de aceptar los fallos obligatorios de este tribunal.
“Yo espero que durante este año haya una reflexión, pueda haber un diálogo, y podamos encontrar una manera de evitar esta decisión, que no es buena para el Sistema Interamericano y no es buena desde el punto de vista de los países de América Latina”, agregó el secretario general de la OEA.
Para Insulza, tener un tribunal de estas características “realmente es un gran avance, un gran progreso de los derechos humanos en el hemisferio”.
“La CorteIDH es completamente autónoma, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también, y esperamos que siga siendo así por siempre”, señaló Insulza.
“Muchas cosas podrán ser perfeccionadas, discutidas, pero yo no creo que saliéndonos de los organismos más avanzados del sistema lo vayamos a fortalecer de manera alguna”, agregó.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, acusó el pasado martes a la CorteIDH de apoyar el terrorismo por emitir un fallo a favor de Raúl Díaz y anunció que su país se va a retirar de ese organismo “por dignidad”.
“Venezuela se retira de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por dignidad y la acusamos ante el mundo de ser indigna de llevar ese nombre de derechos humanos apoyando al terrorismo”, dijo Chávez durante el acto de celebración del Día de la Armada Nacional.
El presidente ya anunció a finales de abril que Venezuela se retirará eventualmente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos” (CIDH), previa consulta al Consejo de Estado venezolano, por considerarlo un organismo parcial en contra de su país.
Chávez mencionó el caso de Raúl Díaz, quien fue acusado por la Justicia venezolana de poner bombas en la embajada de España y el consulado de Colombia en Caracas en 2003, y condenado a nueve años de prisión.
El mandatario cuestionó que la CorteIDH emitiera un fallo contra el Estado venezolano y a favor de Díaz el pasado viernes por supuesta “violación del derecho a la integridad física” y “tratos inhumanos” durante la detención del acusado.
La posición de Venezuela ha sido criticada por la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (OACNUDH) de Ginebra, que consideran que el abandono de la CorteIDH sería una decisión “devastadora”. .
Ni Estados Unidos ni Canadá, miembros de la OEA, reconocen la jurisdicción de la misma, pero sí los demás miembros de la organización.