Estado Social

En nuestro anterior artículo hablamos de que el Estado Social no podía desarrollarse en presencia de un régimen autoritario. Reafirmamos hoy que dicho Estado Social tiene como supuesto la democracia política, pero se caracteriza además, por su tendencia hacia la instauración de la economía social cuyas formas capitales son la democracia económica y la democracia empresarial.
Por la primera se entiende la participación en las decisiones del Estado no solo del Poder Legislativo sino organizaciones económicas, asociaciones y, en general, representantes de los intereses afectados. La democracia empresarial compagina la autoridad derivada de la propiedad de los medios de producción con los mecanismos de control y orientación tales como organizaciones sindicales, cámaras industriales, comerciales, etc.
La sociedad debe entrar en constante interacción con el Estado y participar en las decisiones de las grandes líneas de políticas económicas y en el proceso de gestión y producción. Se trata de una democracia un tanto mas compleja que la democracia clásica, no solo por existir un mayor numero de actores, sino también por la pluralidad de los sectores a los que se extiende y por cantidad y heterogeneidad de los problemas que ha de abordar.
Esta complejidad la hace mas adecuada a las condiciones de la sociedad industrial y post-industrial y ofrece mayor garantía de eficacia en la gestión estatal, ya que una política errónea puede ser sometida inmediatamente a crítica seguida de una presión para su rectificación.
El sistema democratización aumenta el numero y la calidad de los reguladores y, con ello, acrecienta su capacidad para neutralizar las acciones distorsionadoras de la funcionalidad del sistema mientras que en un régimen autoritario la insistencia en políticas erróneas o lesivas para la totalidad o buena parte de la población, puede ser o es un hecho mucho mayor. Por consiguiente e pluralismo político y organizacional que, como es sabido, es un rasgo de la democracia de nuestro tiempo, constituye simultáneamente una garantía de eficacia en cuanto que multiplica el numero de reguladores.
En resumen, solo el régimen democrático, a pesar de todas sus desviaciones y limitaciones, esta en condiciones de servir a la vez a los valores políticos, económicos y funcionales de una sociedad desarrollada y solo sobre un régimen estrictamente democrático puede constituirse un verdadero y eficaz Estado Social.
Lo demás no pasa de ser un estado policial, una simple dictadura o un regreso a un despotismo más o menos ilustrado, mas o menos disfrazado, acomodando a las exigencias del tiempo presente.