Historia de un hallazgo

La genealogía es la la historia que ubica a las personas en el tiempo, el espacio y su medio familiar, enfocando a la familia como núcleo de toda sociedad.
En genealogía, es práctica mundial investigar raíces familiares de personajes destacados.
Hace poco vi la partida de matrimonio de los abuelos paternos del candidato Henrique Capriles Radonski, y me interesé por buscar sus raíces criollas más profundas por su abuela trujillana, Doña Laura García Arjona, nacida en Betijoque.
Revisé libros parroquiales, digitalizados y fácilmente accesibles por Internet con el programa Family Search.
En Betijoque hallé las partidas de matrimonio de los abuelos y bisabuelos del candidato.
La de los bisabuelos, Don Julio García Sánchez y Doña Elvira Rosa Jugo Dubuc, me hizo recordar que la misma está referida desde 2007 en un ensayo del Doctor Juan Carlos Morales Manzur, titulado «La Familia Maracaibera del Libertador Simón Bolívar», en el compendio de «Aportes del Zulia a Genealogía Nacional».
Allí se relata como una rama de los Dubuc de Trujillo desciende de Don Juan Agustín Bolívar, medio hermano de El Libertador, cuya existencia fue descubierta hace años por el Doctor Kurt Nagel Von Jess, al ubicar su matrimonio – de 1772 – en la Catedral de Maracaibo.
El ensayo expone la trayectoria y descendencia Don Juan Agustín Bolívar, relatando su proceso de 1786 para demostrar su filiación. De ello también habló una reseña en la segunda edición de la revista «El Desafío de la Historia».
Al examinar los datos del ensayo noté un probable error, pues figuran Doña Ramona Bolívar y a Doña Carlina Bolívar como hermanas, que no es cronológicamente posible.
Conseguí luego el matrimonio de Doña Ramona con el prócer francés José Dubuc D’Autant, donde aclara que ella era hija de Doña Carlina, madre soltera; y luego la defunción de Doña Carlina, que nombra a sus padres. La prueba quedó consolidada é irrebatible.
En el informe cada partida tiene su referencia para ver directamente el libro correspondiente y comprobar su autenticidad.
El paso siguiente fue informar al Instituto Venezolano de Genealogía y a la Academia Nacional de la Historia, como complemento a mi libro «El Nudo Deshecho: Compendio Genealógico de El Libertador» (2010), que omite la rama de Don Juan Agustín.
El informe trascendió, generando interés y conjeturas. Esos son los hechos, no hay más. Allá quien haga de la conspiración su modo de vida: ningún insulto o descalificación cambia la historia, y quien se pica es porque ají come. Que el verdadero espíritu de Bolívar ilumine el camino de Venezuela.