Guerra avisada… ¿matará soldados?

Los movimientos del “líder único” a nivel internacional no presagian para nada un ambiente democrático  para dar inicio a la contienda electoral  en forma definitiva  con miras al siete de octubre.
Las alianzas con regímenes de índole dictatorial –criminal  así como la presencia  de sus  responsables en tierra venezolana  bielorrusos e iraníes  y por otro lado la defensa y apoyo al asesino sirio deben ser tomadas  como el modelo a seguir en caso no solo de ser reelecto el Dictador haciendo fraude sino que lo más probable al ganar las elecciones la oposición se produzca la negativa de reconocer el triunfo y optara entonces por usar la Fuerza  contra el pueblo.
Por otra parte en el orden interno el militarismo dirigido por Chavez se afianza y se muestra como el verdadero Partido de apoyo a los abusos, fraude, atropellos y arbitrariedades  presentes en esta etapa política del país. Todo apunta hacia la presencia asfixiante de la fuerza armada  en todos los ámbitos nacionales con la excusa  de dar vida a un modelo patriótico y socialista aun cuando en la práctica toda se muestre más bien como dependencia y capitalismo de Estado.
Sin embargo, todos los venezolanos aspiran a un comportamiento  ajustado a derecho por parte  de los militares no comprometidos con la corrupción y el “corazón cubazolano” para entregar al civilismo la conducción de la Nación tal como lo señalan los tiempos donde los militares se han dedicado a su función principal  de defensa de la soberanía y no de fungir de comerciantes, gestores o administradores de los Fondos Públicos  y hasta de la justicia.
En este sentido a pesar de todo lo planificado desde el alto gobierno que apunta hacia el asalto a la razón para seguir divagando sobre libertad, economía y sociedad es viable un cambio pacífico sin el uso de la violencia y donde aun cuando hayan  arrestos tiránicos desde el gobierno, por siempre los hombres de uniforme no se deben prestar para lo criminal y estando avisados no mueran por una causa cruel y anti-democrática porque al final este pueblo se la jugara  por un sistema acorde con un tiempo futuro de prosperidad, igualdad y justicia social.