Según publica El Mundo, al parecer la mirada ausente, el pelo naranja y el aspecto desaliñado no son las únicos comportamientos extraños de James Holmes, quien asesinó a 12 personas durante el estreno de la película Batman en Colorado.
Los funcionarios de prisiones han tenido que que colocarle una máscara a Holmes cada vez que tiene que trasladarlo porque los escupe constantemente.
Es importante destacar que el día de la masacre, cuando fue detenido, su comportamiento también fue muy extraño. Holmes se quedó sentado mirando hacia una pared blanca y haciendo gestos con las cejas, como si le dieran espasmos.
Además de asegurar que el era Joker, el villano de Batman y cuando la policía científica le colocó dos bolsas en las manos para recoger restos de pólvora, el asesino se puso a jugar con ellas como si se tratara de dos marionetas.
Las acciones del estudiante de neurociencia es considerado por algunos como claros signos de una psicosis y por otros simplemente que está fingiendo.
A esto se le suma que el pasado lunes ante el juez Holmes estaba desorientado, gesticulando de forma extraña y como perdido, lo que hace pensar que puede tener algún problema mental, aunque muchos piensan que acudió a la comparecencia drogado.
“Creo que hay dos posibilidades, o bien que él está en medio de un episodio psicótico, lo que es muy probables, o bien que él ha sufrido un episodio de hiperactividad, de ‘hiperenergía’ y ahora está agotado”, asegura la exjefa de psicología del Servicio Secreto de EE UU, Marissa Randazzo.
Para Randazzo existe una tercera posibilidad que es que esté fingiendo. “Es posible. Él estaba estudiando precisamente este tipo de problemas cerebrales en neurociencia”.