Viva la música, así se le llamó a este evento que marca la historia de Venezuela.
El larense Gustavo Dudamel y el músico panameño Rubén Blades, fusionaron sus artes en un concierto con cerca de 200 músicos en el escenario, que deslumbró a más de 200.000 personas en Caracas, según la empresa organizadora.
Ambos interpretaron durante más de dos horas canciones como Maestra Vida, un drama musical salsero, en el que Dudamel llevó la batuta de los músicos de la Orquesta Sinfónica Juvenil Simón Bolívar, acompañada por la Orquesta Latino Caribeña.
El concierto se realizó en las instalaciones de la Base Aérea La Carlota, en plena ciudad de Caracas, en un maratónico evento musical, Viva la música, que también contó con la participación del venezolano, Franco De Vita, entre otros.
Antes de iniciar la actuación, Blades, con una bufanda de los colores de la bandera de Venezuela, alabó al Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela, creado hace más de tres décadas por el maestro José Antonio Abreu para fomentar el desarrollo a través de la música, y del que Dudamel, director de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, es uno de sus principales exponentes.
El púbico quedó fascinado desde los primeros compases de esta obra creada por Blades en los años 70, con temas como Manuela o Yo soy una mujer.
Satisfacción total
Las puertas del aeropuerto se abrieron a casi las once de la mañana y miles de personas se apersonaron temprano para estar cerca de la tarima principal.
Ya a las dos de la tarde más de cien mil personas estaban en el recinto.
Leonardo Villalobos y Mariángel Ruiz animaron la jornada. El primero haciendo esfuerzos, inútiles por cierto, de no sonar a Sábado Sensacional. La ex Miss Venezuela un poco sobre emocionada en algunos pasajes, logró más empatía con los asistentes.
De Vita repotenciado
Como lo calificó Jesús Rodríguez, colega y hombre experimentado de la radio por más de tres décadas: «Franco De Vita es el Elthon John de Venezuela». Y es cierto, el caraqueño vino con su tradicional repertorio repotenciado. Por más de dos horas cantó temas clásicos con arreglos novedosos.
Entre los que movieron la multitud estaban Dónde está el amor, con una introducción de tambores y un sonido latino; Louis, que tuvo más inclinación rockera; Cálido y frío, con una fuerte percusión; Somos tres, al ritmo de guitarras y teclados; Si tú no estás, al acorde de guitarras clásicas; Solo pienso en ti ; y un excelente Seré un buen perdedor; mientras el público disfrutó con ganas Te veo venir soledad en bachata.
De Vita aprovechó para presentar a un talento de calidad.
Fue lo que demostró el dueto San Luis con Dónde estabas tú, muy coreado.
La maracayera María José mostró potencia cuando lo acompañó en Tan solo tú (interpretada en el disco por Alejandra Guzmán). De Vita recalcó: «Tremenda voz y compositora».
Un helicóptero realizaba unas tomas aéreas en ese momento.
También Manuel Diquez acompañó a De Vita en varias piezas, e interpretó No me lastimes, en la que sonó una voz recia pero bien educada.
Asimismo, el cantante lírico José Bermúdez lo acompañó en el tema que compuso para la Vinotinto.
De Vita se colocó su camiseta y cantó con todo.
Dos horas y cinco minutos duró este espectáculo. Varios asistentes señalaron: «Solo este show vale la entrada».
Talento salsero nacional
Preámbulo a Maestra vida sinfónico, se presentó la Orquesta Latino Caribeña, perteneciente al Sistema de Orquestas Juveniles. Cuarenta talentos nacionales en diferentes instrumentos y voces, estuvieron bajo la batuta de Alberto Vergara.
Temas como Cinco en salsa, El primo y Rumberos pusieron a bailar a los asistentes, quienes se alegraron cuando entró Rubén Blades e interpretó con el grupo Decisiones y María Lionza.
Maestros de verdad
Con respecto al espectáculo principal: la presentación de la ópera salsa Maestra Vida, que data de 1981 con sonido orquestal.
Varios temas fueron ejecutados en perfecta armonía: Prólogo; Manuela; Carmelo (Parte 1 y 2); Como tú; Yo soy una mujer; La Fiesta; El nacimiento de Ramiro; Déjenme reír; Epílogo; El velorio; El entierro; Maestra vida; y Hay que vivir, cautivaron a los asistentes.
Aunque Gustavo Dudamel no habló en esta oportunidad, si lo hizo el panameño Blades, quien entre otras cosas señaló: «El Sistema (de Orquestas) es el mejor ejemplo cultural que ofrece Venezuela al mundo…. Es la forma de demostrar que la cultura no puede ser excluyente y minoritaria…Maestra Vida, a pesar de vivir en la época de las computadoras y celulares, sigue mostrando lo hermoso de nuestra cultura popular».
Dijo además que «su argumento sigue siendo válido para los que hoy tenemos más tiempo pasado que futuro, pero todavía seguimos llevando la huella de nuestros sueños».
Y tanto Dudamel como Blades y cientos de personas involucradas en este proyecto, vieron concretado uno y de la mejor manera… Para quienes estuvieron hasta el final, Blades y Dudamel complacieron con dos éxitos: El padre Antonio y el monaguillo Andrés»… Y el histórico Pedro Navaja».
Fotos: Williams Toledo