Xiomara y Ramón Ávila, tienen un pequeño comercio en el sector La Moraima, en la calle que da entrada al barrio La Arboleda, al noreste de la ciudad; cada vez que abren la santamaría de su negocio se encomiendan a Dios para que ese día les permita trabajar sin ningún hecho que lamentar.
“Hemos corrido con suerte, allá arriba hay un Dios que nos cuida”, dijo Xiomara, haciendo referencia a que muchos comercios que están en la zona han sido víctimas de los hechos de inseguridad que por el sector se han vuelto “muy frecuentes”.
“A toda hora del día es peligroso, pero los que vivimos aquí sabemos que a las 7 de la noche hay que cerrar el local, porque de lo contrario es seguro que nos roben”, indicó el copropietario del establecimiento, quien agregó que otros comercios contratan seguridad para no ser víctima, medida que no ha sido tomada por la familia Ávila, presumiendo de su buena suerte.
Por otra parte, los Ávila indican que por la zona rondan dos efectivos policiales quienes están sirviendo para la seguridad del sector, sin embargo, estos no cuentan con los equipamientos necesarios para combatir el problema de inseguridad de la zona.
“Los peores días son los sábados, cuando llega la noche se escuchan tiroteos por todos lados, ¡ya nos acostumbramos al sonido!”, exclamó Xiomara Ávila.
La familia afectada solicita atención de los cuerpos de seguridad para “sanear la zona”, ya que habitar el lugar se ha convertido en un “dolor de cabeza”.
La calle está destrozada
Por su parte, los Ávila, quienes fueron las únicas personas dispuestas a declarar por el sector, expresaron el problema de la vialidad que afecta la zona, “hace dos meses que las calles fueron rotas para reparar una fuga de agua blanca que había en el sector, cambiaron varios metros de tuberías pero no reasfaltaron”, expresó la dama.
Quienes sufren de racionamiento en el servicio del agua, indicaron que el sistema que les surte de este servicio “se rompió en varias partes, por lo que Hidrolara intervino inmediatamente”. A su vez, Xiomara y Ramón indicaron que a sus casas, el servicio de agua potable llega a través de la tubería los días martes, jueves y sábado, “esos días aprovechamos de llenar tobos, pipas, y el tanque”, comentaron.
Foto: Ángel Zambrano