La clausura de los ascensores es un tema sin mucha relevancia, ante el cúmulo de situaciones que aquejan tanto al personal administrativo como a los afiliados del Instituto de Previsión y Asistencia Social para el Personal del Ministerio de Educación (Ipasme).
Por una parte, los afiliados denuncian que están cansados de la entrega de cortesías, que entre otras cosas, impide que reciban a tiempo atención de los especialistas que prestan servicios en el lugar.
“Vengo a una consulta con uno de los médicos, pero resulta que hay que esperar que pasen primero los que tienen un pase de cortesía. Me perece que no es justo porque los educadores debemos ser prioridad y además pagamos una cuota para este servicio. Además no entendemos por qué algunos médicos no vienen a trabajar si están dañados los ascensores. Eso no se justifica”, dijo la educadora Zaida de Bello.
Los pacientes aseguraron que los aparatos para hacer exámenes especiales están dañados por falta de mantenimiento y exigen al director del Ipasme resolver de inmediato todos los problemas de dotación y de infraestructura suscitados.
“Por ejemplo, el problema del ascensor no es de ahora. Tiene años dañado y hay personas que no pueden subir al consultorio de odontología que está en el 5º piso”, agregó.
Mala gerencia
Cuando llueve, el Ipasme se inunda. El personal administrativo declaró que desde Vladimir Méndez, quien funge como coordinador médico, asumió la gerencia hace siete años, la edificación no ha recibido un “cariñito”.
“Méndez no gerencia. Hace todo escondido como para que nadie lo critique o se burle de él. Con esto sólo consigue denigrar al personal. Tengo 27 años trabajando en el lugar y esta gerencia no le hemos celebrado nada. Cómo es posible que por un regulador esté parado el servicio con el mamógrafo”, dijo Grecia Roldán.
Calificó como deplorable la situación en la que se encuentra la infraestructura, y aseguró que el personal está desmotivado.
“Si no quieren que el Ipasme se siga cayendo a pedazos, deben cambiar de gerencia. Compraron unas cámaras para vigilar al personal, pero no se les ocurrió mandar a arreglar las escaleras mecánicas que tienen años dañadas”, puntualizó.
Fotos: Jairo Nieto