“Es uno de los mejores regalos de mi vida y como el tiempo de Dios es perfecto, esta tarde alcancé un sueño: conocer y emocionarme con los músicos que son nuestro orgullo en todo el mundo”, dijo el sonero venezolano Oscar D’León, quien durante toda la tarde de este jueves, un día después de su cumpleaños, recorrió el Centro de Acción Social por la Música, sede del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, donde compartió con varias de sus agrupaciones, las cuales le ofrecieron una muestra de admiración con música sinfónica, jazz y salsa.
Con su grito de guerra, ¡Sabroooossssoo!, pisó la primera sala de ensayo donde le esperaba la Sinfónica Juvenil del Conservatorio de Música Simón Bolívar. Sus músicos se levantaron para recibir el saludo individual, uno por uno, de Oscar D’León a quien le tocaron el Cumpleaños Feliz. Con el Danzón Nº 2 de Arturo Márquez, dio inicio la muestra musical, bajo la dirección del joven Manuel Jurado. Luego interpretaron una pieza muy familiar para D´León: Cumbanchero, de Rafael Hernández, la cual fue recibida con alegría por el salsero.
Los maestros Gustavo Dudamel, Diego Matheuz y el profesor Valdemar Rodríguez, director del Conservatorio de Música Simón Bolívar, acompañaron al invitado especial. “Esta es la manera más bella de conocer no sólo a un maestro de la música afro-venezolana y caribeña, sino al Sonero Mayor del Mundo, con mayúsculas. Siento por él admiración pura y respeto absoluto, porque representa lo que somos los venezolanos. Ya tengo varias ideas para proponerle y me encantaría que hiciéramos un Oscar D´ León Sinfónico”, señaló Dudamel.
D´León iba por los pasillos del CASPM alumbrado por tanta juventud musical que le admira. Aún le esperaba mucho por escuchar. En el sótano 3 la Simón Bolívar Big Band Jazz, su director, Andrés Briceño, y la portentosa voz y trompeta de Linda Briceño, interpretaron Cruisin for Bluesin, de Maynard Ferguson; My Funny Valentine, de Rodgers Mart; Rendezvous, de Dave Samuels, y, finalmente, Caravan, de Duke Ellington, que el sonero aplaudió efusivamente
Mientras los músicos de la Orquesta Latino Caribeña Simón Bolívar, bajo la dirección del maestro Alberto Vergara, se acomodaban frente a sus atriles, Oscar D´León le dijo a Dudamel: “Maestro, estoy a su disposición para participar en el proyecto musical que usted disponga. Ya estos arreglos e ideas están sonando en mi corazón y en mi cabeza”, al tiempo que saludó a un músico pionero del género caribeño en Venezuela, el bolerista de Los Melódicos, Germán Vergara, con quien D’León cantó en varias oportunidades.
Y llegó el momento culminante de la muestra, el que Oscar D`León y todos los presentes esperaban. La Latino Caribeña abrió con Cinco salsa, una versión en género de salsa de La Quinta Sinfonía de Beethoven. Seguidamente, el maestro Vergara, con su inconfundible estilo coreográfico de dirigir a su orquesta, ordenó más potencia a sus músicos. Y el cantante icono de la salsa en el mundo, no aguantó: se lanzó a la pista para “sonear” con picardía y creatividad con el cantante Juan Morales en la pieza María, y cerrar con Guarare, del compositor cubano Juan Formell.
“Esta orquesta tiene una energía maravillosa, y este Sistema de orquestas y coros tiene diamantes, rubíes y oro puro en sus músicos. Esta es sangre nueva para la salsa y la música de cualquier género, y a estos talentos hay que atenderlos”, dijo D´León mientras todos querían retratarse con el hombre humilde y el artista único que, al decir del maestro Alberto Vergara “hacen grande nuestra patria”.