Aunque jamás lo admitiría en público, el candidato Hugo Chávez está siguiendo de cerca la campaña de Henrique Capriles.
Ciertamente las encuestas indican que el actual presidente está arriba pero tanto su equipo como el equipo de Henrique saben que esta tendencia es perfectamente reversible.
Los insultos de Chávez a la oposición y en consecuencia a Capriles ya prácticamente no son noticia. Majunche, burgués, capitalista, “la nada”, en fin, todos estos calificativos han salido de la boca del presidente de la república. Lo curioso es que para alguien quien considera a su contrincante “la nada”, esta nada lo afecta bastante.
Hace algunas semanas cuando Henrique formalizó su propuesta de las misiones sociales, Hugo Chávez salió rápidamente a promulgar una ley que estuviera por encima de cualquier propuesta. Días después el candidato de la unidad comenzó a mover a la opinión pública con el tema de la seguridad y las graves cifras que reflejan la realidad de nuestro país, y esto provocó que el candidato oficialista admitiera unas cifras de los cuerpos policiales venezolanos que no hacen sino reflejar la corrupción y la ineficiencia interna de muchos de estos cuerpos. Esta misma semana Henrique le propuso a Hugo firmar un acuerdo para respetar los resultados electorales y a su vez las condiciones para una campaña justa y esto provocó una suerte de histeria presidencial en la cual, cuando finalmente le salieron las palabras de la boca, el presidente argumentó que “era su derecho constitucional hacer cadenas de radio y televisión en cualquier momento”.
En fin, palabras más palabras menos, el presidente está atento de lo que hace su contrincante. Tan preocupado está, que a pesar de que hace tan sólo par de días afirmó en cadena nacional que él no tenía tiempo para hacer campaña ya que sus responsabilidades como jefe de Estado le quitaban mucho tiempo, hoy jueves está de visita en Anzoátegui y el sábado estará en Lara.
Es decir, el candidato Hugo Chávez se está dando cuenta que en efecto la campaña de Henrique ha evolucionado de casa por casa a pueblo por pueblo. Capriles le está quitando la calle, a pesar de lo que digan las encuestas.
En los próximos días seguiremos viendo viajes del presidente para ver si le aguanta el pulso al invicto Henrique Capriles, pero esta batalla no será nada fácil. En primer lugar por la diferencia de edad entre ambos que es prácticamente de 18 años, y en segundo lugar porque a media que pasan los días se percibe a simple vista que Capriles crece en la campaña y ya finalmente se lo “está creyendo”…
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