Un restablecido Hugo Chávez, que aspira a ser reelecto presidente en octubre, retomó esta semana los actos de masas tras declararse curado del cáncer, mientras el joven candidato opositor, Henrique Capriles, lleva meses recorriendo Venezuela.
El mandatario venezolano, que este lunes reafirmó estar libre del cáncer que le fue diagnosticado en 2011, declaró el jueves ante miles de seguidores en el Estado Anzoátegui (noreste) estar «muy feliz» por andar «de nuevo en las calles».
Desde que se inició la campaña el primero de julio, ese era el segundo mitin electoral de Chávez, que este mes cumple 58 años, mientras que Capriles, 18 años menor, lleva meses en una maratónica recorrida por pueblos y pequeñas ciudades del país.
«Tratar de presentarse como un personaje que venció la enfermedad es la mejor estrategia para el presidente, enfrentado a un personaje con excelentes condiciones físicas», dijo a la AFP el politólogo Víctor Mijares.
«Capriles ha tratado de mantener una constante actividad que es físicamente muy demandante, tratando de generar una diferencia entre un candidato que se mueve y camina frente a un candidato que no», agregó este profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Simón Bolívar (USB)
Según sondeos, muchos venezolanos aún dudaban hasta hace semanas si Chávez comparecería en los comicios del 7 de octubre después de que en mayo culminara un tratamiento de radioterapia contra un rebrote del cáncer, cuya gravedad y naturaleza se desconocen.
Pero luego de inscribir su candidatura en el Consejo Nacional Electoral y arrancar su campaña con una caravana en el centro del país, el mandatario ha buscado disipar las dudas sobre su salud, incrementando sus apariciones públicas y anunciando esta semana que volvió a ejercitarse.
En una rueda de prensa con periodistas el lunes, negó además que su condición física afectaría la campaña, aunque aclaró que «tiene bastantes ocupaciones» oficiales que lo alejarán de las citas partidistas.
Para el analista político Farith Fraija, Chávez está realizando actos masivos en distintas regiones «buscando contacto cuerpo a cuerpo», más allá de su presencia en los medios, para «demostrar que tiene tanto apoyo en los sondeos como en la calle».
A tres meses de los comicios, la mayoría de las encuestas dan a Chávez como favorito.
La estrategia de Capriles de visitar pequeñas ciudades y pueblos remotos –en ocasiones dos por día– apuntaba a contrastar a un Chávez enfermo.
Sin embargo, para Fraija, esta estrategia no ha logrado reducir la brecha con Chávez y le permite al mandatario tener «más autonomia» para administrar los contactos directos con sus seguidores.
«Capriles está buscando lo que no tiene, apoyo popular, el presidente está consolidando el apoyo popular», dijo este profesor del Instituto de Altos Estudios de Control Fiscal y Auditoria del Estado.
«Dando cuenta de las condiciones físicas del presidente, seguir emulando una estrategia de candidato joven contra un presidente viejo y enfermo no funciona», aseguró.
Pero queda por ver el nivel de actividad que tendrá Chávez, un mandatario popular y muy mediático que ha dominado la política venezolana en sus casi 14 años en el poder.
Para Herbert Koeneke, director del posgrado de Ciencias Políticas de la USB, los actos de calle del gobernante son «un intento para neutralizar el impacto que ha tenido la campaña de Capriles», quien, «a pesar que no tiene la capacidad retórica de Chávez, la gente lo recibe y hay entusiasmo».
«Chávez es un fenómeno televisivo, con capacidad empática con los sectores populares y ese va a ser su canal fundamental (…) Para él no es tan importante como Capriles la presencia pueblo por pueblo», señaló.