El candidato de izquierda Andrés Manuel López Obrador debía pedir este jueves al Tribunal Electoral de México que invalide por inconstitucional la elección presidencial, que perdió por 3,3 millones de votos ante Enrique Peña Nieto.
La coalición que apoyó su candidatura, Movimiento Progresista, había anunciado el miércoles que pedirá la invalidez de los comicios, aduciendo encuestas amañadas, rebase de gastos y coacción del voto.
«Estamos promoviendo la invalidez por violación a principios constitucionales (…) Se violaron los principios de certeza, de imparcialidad, de equidad, de objetividad y de profesionalismo», afirmó Ricardo Monreal, coordinador de campaña de del candidato de izquierda.
López Obrador, que convocó a una conferencia de prensa para esta tarde, tiene hasta la medianoche de este jueves para entregar el expediente con pruebas detalladas al Tribunal, que cuenta con dos meses para examinar los reclamos, antes de la proclamación de presidente prevista para el 6 de septiembre.
El proceso jurídico se anticipa reñido, pues el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, anunció que defenderá la limpieza de su victoria con todos los recursos legales a su disposición.
Para ello, al designar el miércoles a su primer trío de colaboradores, encargó al abogado y senador Jesús Murillo la defensa jurídica de los resultados.
Murillo aseguró este jueves que la elección es incontestable. «Desde una perspectiva puramente jurídica, no partidista, como abogado no encuentro un punto de impugnación», señaló.
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