El central azucarero Pío Tamayo quedó solamente para refinar azúcar cruda traída del exterior pues la molienda de caña prácticamente está eliminada.
Debido a esta realidad existe preocupación entre los cañicultores del municipio Morán pues, debido a la incapacidad del central tocuyano de recibir la materia prima que ellos producen, han tenido que recurrir a otras factorías, lo cual incrementa los gastos por concepto de transporte.
Jorge Saldivia, presidente de Socadol, informó que recientemente llegaron mil toneladas de azúcar cruda para ser refinadas en la empresa y anteriormente habían recibido otras cantidades del mismo rubro con la misma finalidad.
“El ejemplo más claro es que de 300 mil toneladas de caña molida pasamos a 220 mil, luego a 150 mil en el 2011 y este año apenas se molieron 28 mil toneladas”, precisó.
Considera que eso indica que la política del gobierno es convertir el central de El Tocuyo en una simple procesadora de caña cruda importada y llevar a la ruina a los cañicultores del municipio Morán, algunos de los cuales ya están “arrimando” al de La Pastora, aunque reduciendo sus ingresos por el pago del transporte.
Pero no todos pueden correr con los gastos del transporte debido a su poca producción, de allí que, necesariamente, tendrán que seguir dependiendo de las condiciones en que esté operando la Azucarera Pío Tamayo.
“La incertidumbre entre los cañicultores es grande porque no sabemos si el central arrancará la molienda para la segunda zafra del año, en el mes de septiembre, aunque esperemos confiados en que las nuevas autoridades están tomando medidas para que eso ocurra y no debamos irnos con la caña a otra parte como ya lo estamos haciendo algunos”, expresó Saldivia.
Reiteró las dificultades que están teniendo para conseguir algunos insumos para las siembras desde que expropiaron Agroisleña pues, afirmó, “en Agropatria no se consigue nada de lo que nosotros necesitamos para trabajar, además de las trabas para obtener los permisos necesarios al momento de la compra de algunos productos”.
Foto: Luis Salazar