Pese a no contar con espacios apropiados para su óptimo funcionamiento, la Orquesta Sinfónica Juvenil e Infantil Divina Pastora, Núcleo Santa Rosa, sigue ejecutando armonías de paz. Este módulo adscrito al Sistema Nacional de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles de Venezuela, después de más de dos años de su conformación, lucha por obtener una sede propia y apta para albergar a los más de 600 músicos que integran la matrícula.
Día tras día, la fila de docentes del núcleo Santa Rosa trabaja entre limitaciones, ante la reducida área con la que cuentan para realizar sus ensayos, así lo refirió su director, el profesor José Luis Giménez.
“Lamentablemente trabajamos en la calle y tenemos sólo un baño para 600 niños (…) Estamos al borde del colapso y en temporada de lluvias todo empeora, a la expectativa de si habrán precipitaciones cuando estamos en pleno ensayo o si estaremos en la Sala de Reconcilio, o en la antigua Jefatura Civil, que es el espacio con el que contamos, pero es insuficiente”, agregó.
Además del peligro de estar vulnerables a los cambios de clima, el profesor indicó que practicar en la Plaza Bolívar, repletas de palomas, resulta un peligro por las enfermedades que los pequeños podrían contraer, producto de un prolongado contacto con estas aves. Por otra parte, expuso que la permanencia de tantos escolares en las afueras, representa un peligro ya sea por el paso acelerado de los vehículos u otros riesgos acarreados por no poseer infraestructura.
Promesas inconclusas
Aunque la otrora infraestructura de la Jefatura Civil de Santa Rosa sirve como depósito y oficina de la Orquesta Divina Pastora, dar lecciones allí resulta imposible. La Sala de Reconcilio, que sí tiene dimensiones más apropiadas para los encuentros, es concedida con muchas restricciones, por lo que Giménez instó al párroco del sector a otorgar, sin tantas prohibiciones, el recinto. “Así es posible continuar con nuestro trabajo, hasta que sea asignada una edificación”, reiteró.
A su vez, el titular de la orquesta informó que hace un tiempo el gobernador del estado Lara, Henri Falcón, prometió ampliar la azotea y otras áreas de la Jefatura Civil, pero dicha orden permanece archivada y sin respuestas en las oficinas de Infralara.
El Instituto Municipal de Cultura y Arte, suscrito a la Alcaldía de Iribarren, tampoco prestó su ayuda cuando se introdujo una solicitud, añadió el pedagogo. En este sentido, el director hizo un llamado a la alcaldesa Amalia Sáez quien, refirió, nunca ha contribuido a la loable labor de este fruto del Sistema.
Asimismo, instó a la alcaldesa a que conozca la extraordinaria faena que se gesta diariamente en Santa Rosa entre atriles e instrumentos.
Finalmente, Giménez invitó a la titular del despacho municipal a conocer la labor de la orquesta.
Foto: Dedwison Álvarez