Dos personas resultaron heridas este miércoles por caídas en el quinto encierro de las fiestas de San Fermín, durante la carrera diaria que lleva a cientos de personas a correr delante de seis toros.
Un estadounidense de 56 años de Nueva Orleans se lesionó la mano izquierda y un español de 32 años sufrió contusiones en la cara, por los que tuvieron que ser trasladados al hospital para ser atendidos, aunque ambos fueron dados de alta más tarde.
Los seis toros de la ganadería Fuente Ymbro se mantuvieron juntos durante el recorrido de 850 metros por las calles adoquinadas de Pamplona hasta la plaza de toros, que los morlacos cubrieron en tres minutos y 12 segundos.
Los mozos, la mayoría con la tradicional ropa blanca y el pañuelo rojo al cuello, chocaban unos con otros o se empujaban al acercarse los animales.
«Creo que los otros corredores eran casi más peligrosos que los toros, la gente te empuja y te agarra», contó Andrew Cooper, un estudiante de 23 años de Boston (noreste de EEUU) que participó en el encierro con dos amigos.
Cuatro hombres han sufrido cornadas en lo que va de las fiestas de San Fermín este año, que acaban el 14 de julio.
En el primer encierro, el sábado, un toro clavó un cuerno en la pierna izquierda de un arquitecto jubilado de 73 años de Pamplona, mientras que el lunes dos británicos y un estadounidense resultaron heridos, ninguno de ellos de gravedad, cuando un toro de gran tamaño cargó contra la multitud que se protegía tras las barreras de madera.
Cada mañana, miles de personas corren en estos encierros, una tradición medieval que permanece.
Las autoridades de la ciudad prevén que alrededor de medio millón de personas acudan a Pamplona, una ciudad de 200.000 habitantes, hasta el 14 de julio, cuando acaba esta fiesta.
Foto: AP