El Ministerio Público logró la condena de 20 años y 7 meses de prisión para Carlos Armando Marchán (42), quien reconoció haber violado a cuatro mujeres captadas en Caracas a través de redes sociales en Internet, durante los años 2008 y 2009.
Previo al inicio del debate oral y público en el Tribunal 2° de Juicio con competencia en materia de Violencia Contra la Mujer del área metropolitana de Caracas, y en presencia de los fiscales 140° y 149° con competencia en Defensa de la Mujer de esta jurisdicción, Ismael Quijada y Darío Oswaldo Guzmán, respectivamente, Marchán decidió admitir que estaba incurso en los delitos de violencia sexual y prostitución forzada.
Tales delitos están previstos y sancionados en la Ley Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
En ese sentido, el Tribunal dictó la referida sentencia condenatoria, la cual cumplirá en el Internado Judicial Yare III, ubicado en el estado Miranda.
De acuerdo con la investigación, Marchán fue detenido el 15 de octubre de 2010, por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), tras varias denuncias presentadas por haber participado en la violación de varias mujeres, con edades comprendidas entre los 17 y 25 años.
El ahora condenado realizaba la captación de sus víctimas utilizando dos modalidades: una de ellas consistía en llamar la atención a través de un sitio web (Facebook), en el que ofrecía casting para modelos. Una vez contactadas, las mujeres eran citadas en los centros comerciales capitalinos, donde les decía que tenía una oficina.
Ya en el lugar de la cita, Marchán indicaba a sus víctimas que lo esperaran en las inmediaciones de los centros comerciales.
De inmediato, las mujeres eran llevadas a un hotel, lugar en el que el hombre procedía a ultrajarlas y tomarles fotografías para posteriormente extorsionarlas a cambio de no publicar las fotos en Internet.
La segunda modalidad practicada por Marchán era fingir ser médico y así ofrecía cirugías estéticas a bajo costos a las víctimas, quienes eran abordadas en las estaciones del metro de Plaza Venezuela y Sabana Grande.
El día de la aprehensión, funcionarios del Cicpc realizaron un retrato hablado del hombre, quien finalmente fue detenido en un hotel por una detective que sirvió de señuelo.
Foto: Archivo